lunes, 30 de julio de 2007

Superficialidad y miedo

Foto: EFE
31 de julio de 2007. Los enemigos principales de los políticos son la superficialidad y el miedo. Ahora que se marchan de vacaciones, no estaría mal profundizar en estos temas para dar la talla a partir de septiembre, cuando empiece el curso del fin de la legislatura de Zapatero. Y digo fin porque cuando la superficialidad se convierte en una forma de hacer política, la casa acaba cayéndose sobre su propio peso.
El principal modo de hacer políticas superficiales es sacar la tarjeta de crédito del Estado e intentar pagarlo todo como si estuviéramos de rebajas: 2.500 euros por niño, y 1.500 euros mensuales a los etarras que dejen las armas. Según el modo banal en que Zapatero hace las cosas, al final te sale más rentable ser terrorista a sueldo que albañil en los andamios de las calles de agosto. La paga de Zapatero es como un sueldo de oro para toda la vida de los que regala Nestcafé. Cuando impera la superficialidad, los problemas de fondo persisten y se agravan: avanzan lo batasunos en el País Vasco y Navarra; se incrementa el número de pateras-cayucos que llegan a las costas españolas; continúan los incendios estivales; en los telediarios siguen apareciendo todos los días casos de maltrato doméstico; crece el consumo de cocaína entre los jóvenes, y se agravan las diferencias entre las comunidades autónomas. Ya no hay norte ni sur, sino socialistas y populares. Por su parte, en la oposición está el miedo a ser auténticos, políticos de una pieza, aunque para eso haya que dar un golpe sobre la mesa, lo que Prisa llamaría fundamentalismo de derechas o ultraderecha, que es más corto y encaja mejor en los titulares. El PP tiene miedo a hacer limpia para recuperar la fuerza de un partido que sabe construir España, como han demostrado Aznar y su equipo durante las dos pasadas legislaturas. Maríano Rajoy tiene la obligación de burlar el pánico escénico a parecer un totalitario a los ojos de la izquierda progresista. Una vez que se supera el miedo nacen los proyectos firmes, los programas estructurales, las políticas con peso. Miren a Francia: hacía falta autoridad y la consiguieron con el empeño de Sarkozy.

Ferraz, capital Moncloa

Foto: EFE
30 de julio de 2007. El pueblo elige a su presidente en unas elecciones generales. Después, el nuevo presidente piensa concienzudamente en cuáles serán sus más estrechos colaboradores y se hace una foto en las escalinatas de Moncloa con su nuevo equipo de gobierno. Unos días después, el ejecutivo resultante inicia el desarrollo de su legislatura con el único afán de servir a los ciudadanos... que decidieron votarles en aquel día de la tópica fiesta de la democracia. Así funcionan las cosas en España: busque las siete diferencias con el equipo de Sarkozy o de cualquier otro presidente más o menos cabal y posiblemente le salgan unas cuantas más.
Los gobiernos ya no son para los pueblos porque el arte de gobernar se ha convertido en una cosecha partidista que fomenta la división y rompe la cohesión del Estado. Pero no pasa nada, que cada palo aguante su vela. Ahora, los progresistas entienden que el gobierno es eso: sembrar confianzas sólo para los amigos del partido y recoger al menos los mismos votos cuatro años después. Por eso, al final, Moncloa se convierte en la sucursal principal donde se cuece lo que debería cocinarse honradamente en Ferraz.
Ejemplos no nos faltan. Echemos un vistazo a la prensa de este fin de semana para buscar a Narbona en los incendios de Canarias y la encontraremos salvando los muebles del Partido Socialista de Madrid. Analicemos el interés de la bien pagá de Carmen Calvo –una que fue ¡ministra de Cultura! – por retirarle los papeles de Salamanca a Castilla y León (PP) para dejarlo en casa de sus primos catalanes (PSC). O, por ejemplo, asombrémonos con el uso que hace De la Vega de sus funciones de portavoz del Gobierno: la fiesta del tiro al plato constante contra la oposición. Mezclar tanto se llama endogamia. Trabajar para media España con la recta intención de asegurarse el respaldo. A la otra mitad, que la zurzan con hilo verde. Echen un ojo a la legislatura y a ver dónde encuentran ese afán de servicio, esencial en la política, del que nos hablaban los sabios griegos. Más que a griego, al PSOE esto le suena a chino.

viernes, 27 de julio de 2007

La parábola de los talentos

Foto: EFE
27 de julio de 2007. Rubalcaba es el más listo: se calla cuando se rompe la tregua de ETA, cuando se descubre que el CNI persigue a Pizarro y cuando nuestros servicios de inteligencia interpretan la obra más esperpéntica del año a modo de teatro postmoderno propio de un curso de verano friki. Sin embargo, aparece con soltura ante los medios cuando los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se dejan el alma por detener a los culpables más buscados, sin "presunto" cuando hablamos de terroristas.
Zapatero tampoco anda mal de perspicacia: Le cuesta saltar al ruedo de la opinión pública en momentos como el atentado de la T-4, el chapapote ibicenco o los apagones de Barcelona en los que debe mostrar una mayor unión con los ciudadanos, como si le importáramos algo.
De la Vega es especialmente lista: nunca antes nadie utilizó mejor las ruedas de prensa del Consejo de Ministros para arremeter contra la oposición.
¡Qué mal repartido está el Gobierno! Unos se lo llevan todo, y otros se quedan sin nada. ¡A qué portavoz del PSOE con limitaciones se le ha ocurrido alguna vez pedir ser ministro! Mientras pensemos que el Gobierno español es una hospedería de las Hermanas de la Caridad...

jueves, 26 de julio de 2007

España se dopa

Foto: EFE
26 de julio de 2007. España se dopa... para aguantar a los políticos. ¡Qué falta nos hacen a todos unas vacaciones! Fuel en las playas de Ibiza y una ministra de Fomento dispuesta a negar lo evidente con una recurrencia enfermiza. Apagones de 60 horas en Barcelona por culpa de un mísero cable, y gentuza como Iceta que busca una conspiración. Dirigentes que huyen de la política, como Jaime Matas; barones del PP que reconocen sus limitaciones pero se marchan dando un portazo y líderes del PSOE abandonados por Ferraz por no dar la talla en las últimas municipales y atonómicas. Espías del CNI que dan la cara y ladrones que se la cubren con orgullo esquizofrénico. Gobiernos empeñados en formar la conciencia ciudadana. 2.500 euros por niño y pisos gratuitos para los jóvenes, ¡ocho meses de campaña! Oda a la Alianza de Civilizaciones. Etarras en conciertos y bombas circulando por las carreteras de la costa. Revistas obscenas. Propaganda gratuita. José Blanco que quiere ser ministro... el no va más...
¡Qué llegue pronto el cambio climático también a los escaños del Congreso!... porque si no, nos van a tener que mantener con respiración artificial hasta marzo de 2008...

miércoles, 25 de julio de 2007

Donde hay patrón, manda Zapatero

Foto: EFE
25 de julio de 2007. En España, donde hay patrón, manda Zapatero. La prueba más clara: que el día de Santiago no sea fiesta laboral en todo el país. Poco a poco, el presidente "rojo" del Gobierno progresa en su afán de ahogar las raíces cristianas. Punto y aparte.
Si ya estábamos preocupados con la escasa estabilidad de la nación, llegó el CNI y apuntaló nuestras sensaciones. Creo que lo de menos en toda esta insólita historia es que haya un topillo amigo de Rusia, porque sabemos que habrá muchos más agentes dobles, como es lógico, entre los servicios de inteligencia. Para mí, lo más superficial del asunto es que el director del CNI, Alberto Saiz, haya ofrecido una rueda de prensa en la meca de la seguridad española. Lo más grave de esta crisis es que el CNI ha demostrado que también está politizado, que también entra al juego, sibilinamente, como hacen los espías, de dividir a España entre los bandos de antes y después del 11 de marzo de 2004. Pasa como en los países gobernados por regímenes populistas con servicios de seguridad estrechamente vinculados al partido que gobierna. A un lado la seguridad, y al otro, la justicia militante...
Como diría Alfonso Guerra, pero con otras palabras, entre la España de Santiago y la España de Zapatero hay diferencias abisales. Todos los poderes duermen juntos en Moncloa. Que el CNI rompa aguas y de a luz una torpeza tras otra en los últimos meses (recuérdese el seguimiento a Manuel Pizarro) significa que en este país llueve sobre mojado. Nos pasa como en el Tour, cada vez aparecen más casos de dopping y la gente empieza ya a sospechar de todos...

martes, 24 de julio de 2007

El apagón catalán

Foto: EFE
24 de julio de 2007. Hemos estado tanto tiempo dándole vueltas al Estatuto Catalán que a la comunidad se le han fundido los plomos. Con tanto follón de lenguas, idiomas y dialectos; independentismos, nacionalismos, regionalismos y patriotismos, se nos ha ido de la cabeza que nos tocaba revisión de los contadores de luz. Por una parte, los políticos se han pasado demasiado tiempo dándose más vueltas que un trompo, liados en la señera, sin tiempo para ver lo que pasaba en la calle. Ahora, con el apagón tercermundista de ayer, al menos los dirigentes de Barcelona se habrán dado cuenta de que los ciudadanos están a dos velas.
Una vez más se abre el debate sobre la dualidad de intereses entre los temas que salen a la palestra en el Parlamento y lo que los ciudadanos de pie, los que sufragan sus nóminas, necesitan. Era más fácil pedalear sobre idealismos que bajar a la realidad de los enchufes y de la gestión del servicio eléctrico. Está claro: los políticos están en otra órbita, pero no porque se nos adelanten, vean venir nuestros problemas, triangulen y consigan soluciones para simplificarnos la vida... Están en otra onda por comodidad y por pereza. En el fondo, viven del cuento de "los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado", "el derecho a la autoderteminación de los pueblos" y "la formación de las conciencias con Educación para la Ciudadanía".
Pero más tarde o más temprano salta la chispa y se produce el escándalo: Barcelona, la gran capital de la moderna España, se pasa un día en tinieblas porque se pudre un cable. Huele a chamusquina entre sus responsables políticos, porque se han pasado los años hablando de sus iluminaciones separatistas y han apagado la voz de sus votantes. Se les ha puesto muy fácil bajar el interruptor y salirse por la tangente. Los políticos y los ciudadanos se han convertido en los dos polos opuestos que se repelen constantemente. Ahora, que paguen todos este recibo.

lunes, 23 de julio de 2007

La familia de Zapatero

Foto: EFE
23 de julio de 2007. Dentro del empeño de este Gobierno por asumir las responsabilidades de los ciudadanos en un afán preocupante de intervencionismo, Zapatero sabe que no puede conducir por nosotros pero entiende que llegará a este punto si pilota a nuestras familias. No sé cuál será el contenido que Educación para la Ciudadanía le dedica en sus libros de texto a la unidad básica de la sociedad, pero sí sé que el presidente tiene un especial afán por ir desmontando principios elementales y diseñar un nuevo modelo de familia a su antojo.
Creo que a todos nos llamó la atención cómo en una de sus intervenciones en el pasado debate del Estado de la Nación, el líder del PSOE demostró con palabras la importancia que tiene para su Gobierno dictar medidas de apoyo a la familia. Entendió, a su modo, que eso no podría ser otra bandera exclusiva del Partido Popular a la limón con el Foro Español de la Familia, y recordó aquella inmensa masa de padres e hijos que abarrotaron Alcalá, Cibeles y Sol en la histórica marcha contra el modelo alternativo de parejas de hecho que azuzan Zapatero y De la Vega.
Ahora hemos conocido sus dos medidas estrella para apoyar a las familias: 2.500 euros por niño y ayudas en la concesión de viviendas para que los jóvenes se vayan de casa el día que cumplan la mayoría de edad. En principio, ningún problema: dos exclusivas robadas al PP, dos medidas sociales más para que Zapatero se siga llevando a la gente de calle. Pero, cuidado, porque promover la emancipación precoz es poner los medios para romper la familia antes de tiempo: así es más fácil promover el individualismo y será más complicado, por lo general, que se consoliden matrimonios unidos por los siglos de los siglos, que es lo que garantiza la estabilidad social. Proteger la independencia de los jóvenes es más progresista, pero en el fondo es consagrar la rebeldía pues, tal y como están las cosas, y gracias a los efectos devastadores de la ESO, salvo excepciones, los 18 años ya no son sinónimo de madurez. Por lo demás, favorecer el acceso a la vivienda para los jóvenes que buscan fundar su propia familia, si prospera, será mi medalla del mérito para el gobierno de ZP.

viernes, 20 de julio de 2007

El portazo de Piqué


Foto: EFE
20 de julio de 2007
. Dicen que el interés del PP por quitarse a Piqué de en medio se dio a conocer en una cena con un ex dirigente del partido en donde se habló off the record. A partir de ahí, la deontología periodística consideró que era importante titular a cuatro columnas y en portada que Rajoy no contaba con el líder del PP en Cataluña. Sea como fuera, relevar a Piqué era una necesidad vital para el futuro del partido, una estrategia prioritaria que debería continuar con la dimisión, por ejemplo, de Javier Arenas así como de otros miembros de la cúpula de Génova, tanto a nivel estatal como autonómico.

Sin embargo, creo que Piqué ha aprovechado la ocasión para irse con ínfulas de mártir. Él sabe que ha fracaso en el PP catalán y que Vidal-Quadras le dio unas cuantas vueltas en cuanto a gestión política de esa difícil región se refiere. Ha pasado por unas elecciones generales y unas autonómicas sin conseguir sumar diputados en el Parlament. Ha trabajado por lograrlo, pero se ha quedado con la miel en los labios. Con este panorama y consciente de la importancia que tendrá Cataluña en los próximos comicios generales, Piqué debería haber dejado el partido antes, por decisión propia. En ese caso, de su responsabilidad política diríamos todo lo contrario de lo que criticamos cuando se marchó de Baleares Jaime Matas. Pero reconocer que la cosa no funciona y tener la honradez de marcharse no es una actitud impresa en los genes de los políticos españoles. Es más fácil aprovechar cualquier excusa para anunciar una retirada provocada por el totalitarismo y el desprecio de otros. Así se gana titulares jugosos hasta en los medios de Prisa y viste su desnudez con retales de letras, echando un bote de humo sobre su incompetencia fomentando que los medios salten por peteneras con una crisis interna en el PP.

jueves, 19 de julio de 2007

Los nuevos rojos

Foto: EFE
19 de julio de 2007. Los nuevos rojos del PSOE... con eso te lo digo todo. La nueva generación de socialistas viene pisando fuerte utilizando una campaña agresiva para que el mundo se entere de que existen y de que se reunirán la próxima semana para poner en común todas sus felices ideas, más románticas que nunca. Se ve que en algunos de ellos, la ESO ha hecho estragos. De haber estudiado Educación para la Ciudadanía serían mucho menos crispadores. Además, cuentan siempre con el eficaz asesoramiento de Pepe Blanco, un privilegio para la juventud intelectual del siglo XXI.
Los nuevos rojos son la voz políticamente incorrecta de lo que pretenden los de ahora: liberalizar la moral de los españoles pasando de la clonación a la eutanasia como el que no quiere la cosa, y de ahí, a la ruptura radical con todo lo que huela a conservadurismo. Además, después del esfuerzo instructor que están haciendo en los institutos, los nuevos y violentos rojos del PSOE, que ven la vida política como un partido de rugby, piden el voto a partir de los 16 años. Será una nota a pie de página en los libros de la asignatura estrella del curso que viene.
Los nuevos rojos son la cantera de donde han salido algunos jóvenes socialistas acomodados como Leire Pajín o Pedro Zerolo. Ahora, ellos han abandonado el romanticismo idealistas por algo más tangible: permanecer cobrando de las instituciones. Es otro romanticismo, pero más rentable.

miércoles, 18 de julio de 2007

El fracaso Ibarretxe

Foto: EFE
18 de julio de 2007. Juan José Ibarretxe Markuartu lleva nueve años en la presidencia del gobierno vasco. En nuevo años, uno puede pegar un cambio radical en su vida: se casa, tiene un par de hijos, cambia de trabajo en varias ocasiones... En Madrid, por ejemplo, nueve años se notan bastante, hasta conseguir quitarle a Barcelona el protagonismo como capital del capital español, entre otros muchos avances. Sin embargo, para el lehendakari, nueve años son un tiempo fantástico para seguir en las mismas. En una comunidad como el País Vasco, ya puedes conseguir todos los progresos tecnológicos, culturales o sanitarios que quieras, que si no consigues que haya libertad, derecho fundamental de sus ciudadanos, nueve años son la confirmación de un fracaso tras otro. Y el año que viene diremos que son dos lustros tropezando insistentemente contra las mismas piedras.
Ibarretxe tenía la responsabilidad de que reinara la democracia en el único lugar de Europa donde no existe. Su misión era tener mano dura con los terroristas, los extorsionadores y los golfos violentos que se pasan la vida jugando al Counter Strike por las calles de Álava, Vizcaya y Guipúzcua.
En estos nueve años, Ibarretxe ha estado más cerca de los independentistas borroka que de los hombres que construyen la tierra vasca. Le ha faltado fortaleza para no transigir y eso le ha llevado a presidir más de un funeral. Tras dos legislaturas, no ha conseguido ni encauzar el objetivo. Ya puede conseguir unas universidades de altura y un desarrollo empresarial incomparable que si antes de las elecciones autonómicas no logra el objetivo, será el enésimo fracaso de Ibarretxe y el definitivo de su PNV, que no el de Imaz.

martes, 17 de julio de 2007

Lifting popular

Foto: EFE
17 de julio de 2007. Como estamos de campaña, empecemos las quinielas por el final. Supongamos que Zapatero no consigue convencer en ocho meses a los electores de lo mal que lo ha hecho en estos tres años sufridos hasta el momento. En ese caso, salvo que las deficiencias de la ley electoral acaben consagrando a Munar o a Zabaleta como presidentes del Gobierno, Rajoy tendría todas las papeletas para entrar en La Moncloa. Una vez que ese paso se consume, el líder del Partido Popular debe formar su gobierno, que ahora es como hacer un soduku: hay que tener en cuenta la ley de paridad (esa que De la Vega ahora ha preferido no respetar), combinarla con nuevos rostros, gente joven, la conveniente ración de independientes y la necesaria representación por autonomías.
Ese será el momento en el que Rajoy, necesariamente, deberá soltar lastre: Javier Arenas, Federico Trillo, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Piqué... Empezaría entonces en nuevo PP, el que requieren los votantes. Como es de bien nacidos el ser agradecidos, a todos estos señores les daríamos las gracias por los servicios prestados y les haríamos entender que su tiempo en el partido ha concluido. Ellos mismos serán conscientes de la falta que hace una renovación. En ese caso, habrá que dejar claro que el cambio que quieren los votantes es una regeneración de las personas, no de la ideología.
Como decía, cuando Rajoy entre en La Moncloa, después de que su señora cambie los muebles, empezará el baile de nombres para conformar los ministerios. Propongo unos cuantos: Jaime Mayor Oreja, María San Gil, Francisco Camps, Lucía Figar, Pío García Escudero, Pilar del Castillo, Manuel Lamela, Miguel Ángel Belloso, Rodrigo Rato, Alejo Vidal Cuadras, Carlos Aragonés, y Juan Costa. Soraya Sáenz de Santamaría y Nacho Uriarte serían nombramientos demasiados precoces. Aguirre y Gallardón son necesarios en Madrid, aunque de sus gobiernos también pueden salir unos cuantos nombres propios, pero entonces se rompería la cohesión territorial en el ejecutivo, una tontería que se inventó Zapatero para elegir más que a los mejores, a unos dirigentes del montón.

lunes, 16 de julio de 2007

El dedo del presidente

Foto: EFE
16 de julio de 2007. Zapatero no entiende la soberanía popular dentro del partido. Eso, cuando pasa en la derecha, se llama tiranía. Hay muchos vericuetos internos dentro de un partido político que no se pueden saltar a la torera, y Zapatero los puentea con frecuencia. Pero no todo el problema está en la manera despótica de imponer criterios en el PSOE, ya que los socialistas nunca han reparado ni en el fondo ni en las formas: ellos sí que tienen miedo de perder el trono del poder, porque saben que después de cuatro años de deficiente gestión tienen mucho más difícil volver a un gobierno.
La cosa es que Zapatero no es el rey de la intuición, y hombre que coloca, político que fracasa. Ha sido claro el ejemplo de Miguel Sebastián como candidato a la alcaldía de Madrid, y pasará en Valencia con el ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. Pero este afán es más evidente entre sus colaboradores más habituales: los ministros que le ayudan en su tarea de desmantelar España. Díganme que ha perdido el mundo al quitarse de en medio a Carmen Calvo o a María Antonia Trujillo, y díganme si tienen algún futuro los ministros actuales: ven un puesto político para Cristina Narbona, más allá de la ejecutiva del Partido Socialista de Madrid, o sea, nada. ¿Dónde colocarían después de las elecciones generales a Moratinos, a Caldera o a Magdalena Álvarez? Zapatero es especialista en quemar a la gente, tanto fuera como dentro del PSOE. Como dicen los empresarios, nos es capaz de hacer mejores a los que le rodean, de explotar todos sus talentos. Eso le pasa por ir tirando: cada día un rumbo nuevo, unas veces contradictorios y otras persistiendo en el error. Al tum tum: lo que los empresarios llaman no tener ni un plan A, ni una salida B. Los ministros del PP tienen más suerte. ¿Quién dice que a Rato, a Mayor Oreja o a Pilar del Castillo no le queda toda una vida política por delante? El ejemplo más rotundo: Esperanza Aguirre: de Educación, al Senado, y del Senado, a la gloria.

viernes, 13 de julio de 2007

España, de campaña

Foto: EFE
13 de julio de 2007. Después de las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo empezó la precampaña para las generales de 2008, pero desde el debate del Estado de la Nación hemos entrado de lleno en la antesala de los comicios.
Zapatero ha empezado con los 2.500 euros por niño como medida revolucionaria para incentivar la natalidad y apoyar a la familia, pero mantiene sus innovadoras aportaciones legislativas como la del divorcio exprés. Digamos que se trata de un respaldo a la familia de aquella manera. Después, con los cambios en el Gobierno y el nombramiento de ministros estrellas, ZP ha querido dejar claras sus preferencias de aquí a marzo: pisos para todos los jóvenes; biomedicina borderline, que viste mucho, e intentar atraer a los intelectuales que le han dado la espalda contando con la experiencia de César Antonio Molina. Luego ha lanzado el anzuelo para repescar a Bono: ha entendido que un presidente no puede ir contra la unidad nacional, pero aún le quedan asuntos pendientes como los recursos contra el Estatuto de Cataluña o la inestable situación del País Vasco y el reforzamiento de ETA.
Rajoy también está proponiendo cosas, pero más de peso: reformas económicas trascendentales y el esperado cambio de la ley electoral, al que él mismo se ha negado en varias ocasiones: la última, durante su intervención el programa de TVE Tengo una pregunta para usted. Lo bueno que tienen las propuestas del presidente del Partido Popular es que, además de ser estructurales, no son campaña publicitaria pagada por el Estado.

jueves, 12 de julio de 2007

El patrimonio de Aznar

Foto: EFE
12 de julio de 2007. Prisa intentó demonizar a Aznar por su imprudente error con la Guerra de Irak, y cada vez que sale a la palestra se encarga de lapidarlo para que no queden rastros de una figura imponente. Además, como muchas otras cosas, lo hace sibilinamente: Aznar, siempre que habla, perjudica al Partido Popular.
Los que no son talibanes entienden que entre Zapatero y Aznar existe una distancia astronómica. Se equivocó en el modo de vender nuestra presencia en Irak, igual que se equivocaría Zapatero si nos explicara alguna vez a los españoles porque el ejército está en zonas de guerra como el Líbano o Afganistán.
A Prisa no le gustan los amigos de Aznar. No creo que sea malo tener hilo directo con Bush, Blair, Sarkozy... o del presidente de Endesa. Forma parte de las tareas de presidente y ex presidente del Gobierno, llamado a ser el mejor embajador del país, papel que incumple Zapatero.
Aznar erró con Irak, pero hay muchas cosas en las que imprimió a España madera de líder: esa misma madera que Zapatero se encarga de echar progresivamente al fuego para alejar los fantasmas de las dos legislatura previas. Entre otras cosas, el anterior presidente del Gobierno supo hacerse con un equipo de ministros y consiguieron juntos colocar el país en la élite económica. Lograron ahogar a ETA, reforzaron la seguridad nacional y sacaron una Ley de Educación propia de un país puntero, que no es poco. Y así, promovieron unas cuantas medidas políticas que hicieron de España una buena pretendienta.
Por mucho que le pesa a Prisa, Aznar ocupará un papel relevante en la historia de España. De Zapatero, veremos si los libros de texto no cuentan que despilfarró la herencia malgastándola con malas mujeres hasta situar España en la punta de lanza de la mediocridad.

miércoles, 11 de julio de 2007

Credibilidad para rato

Foto: EFE
11 de junio de 2007. Mariano Rajoy ha decidido aparcar el terrorismo como arma de destrucción masiva contra Zapatero, a pesar de que es una realidad nacional que estamos preocupados con la campaña de verano de ETA. Pero visto que los medios de comunicación decidieron que hablar sobre la banda terrorista en el Congreso era argumento suficiente como para decir que perdió el combate del Estado de la Nación, el líder popular ha hecho públicas medidas económicas muy interesantes para el español de a pie que, además de ser interesantes, son fiables. Se distancia así de su "afán de crispación", secundum Prisa. Si estas propuestas fueran de Pepe Blanco, entenderíamos que es una iniciativa electoralista nacida para morir sepultada entre titulares, pero si lo dice Rajoy, la gente de la calle confía en que se hará realidad en cuanto llegue a la presidencia del Gobierno. Entre otras cosas, porque El País le recordará estas iniciativas desde el mismo momento en el que las urnas hayan apostado por el cambio en Moncloa.
Es curioso, pero la sociología funciona así. Los hombres del Partido Popular son más creíbles, salvo evidentes excepciones. Lo demuestran muy bien personajes como Rodrigo Rato: deja el FMI y empieza la batalla entre las empresas por conseguir incluirlo en la dirección de sus plantillas. Cuando una gran empresa apuesta por un político, lo hace porque genera confianza, eficiencia y buenos resultados económicos. En el caso del PSOE, las cosas van por otros derroteros. Salvo honrosas excepciones, cuando Simancas dejó la presidencia del PSM, cuando Bono dejó de ser ministro de Defensa, cuando Calvo cedió la cartera de Cultura a César Antonio Molina y cuando Trujillo vendió sus minipisos a Carmen Chacón, ninguna empresa se ha lanzado a conquistarlos, al menos que yo sepa.

El "no" de Bono

Foto: EFE
10 de julio de 2007. Después de alguna que otra tímida incursión en televisión y su asistencia, de la mano de Zerolo, al sacrilegio de la "iglesia roja" de Madrid, parece que Bono ha sido tentado para volver a la vida política española. ¡Qué poco dura uno con mono de presencia en las instituciones!
Bono es el referente de esa España pseudocatólica y patriota que se le va de las manos al presidente del Gobierno. Encarna ese sector de ciudadanos partidarios de la unidad del país que destroza el líder de su PSOE de su alma. Traer a Bono a las portadas es otra maniobra brillante del director de márketing de Ferraz. Lo que pasa es que son tantas sus incoherencias que Bono ha perdido prestigio hasta en Castilla-La Mancha. Lo único que le elevaría a los altares del socialismo sería decirle a Zapatero que no, que pasa de ser diputado por Toledo para ocupar la presidencia del Congreso. En el caso de que el presidente del Gobierno recibiera su segunda negativa después de bailarle el agua con la alcaldía de Madrid, entonces, en ese mismo momento, Bono se convertiría en el sucesor natural de Zapatero. Desde Luego, los que han pasado por el Gobierno (Fernández de la Vega, Solbes, Rubalcaba) están muy quemados como para ser candidatos con opciones.

lunes, 9 de julio de 2007

El progre del microscopio

Foto: EFE
9 de julio de 2007. Hoy toman posesión de sus cargos los nuevos ministros de neón, empieza la carrera por intentar dejar impronta en ocho meses. Seguro que Carmen Chacón y César Antonio Molina consiguen dejar huella tanto en Vivienda como en Cultura.
Miedo me da la huella que puede dejar Bernat Soria, aunque con lo lenta que es la aprobación de una norma, creo que nos vamos a salvar por los pelos de ver en el BOE el Real Decreto por el que se regula la técnica de la clonación humana. Una vez pasado el límite de la experimentación con embriones, uno es capaz de superar cualquier impedimento por digno que parezca. ¡Todo por el progreso de la ciencia! En sus primeras comparecencias ha dejado claro que centrará su gestión en el paciente, lo cual significa que se olvidará del médico, cuando todos los expertos destacan que el profesional es el eje del sistema. Estamos en un mal momento para prescindir de los médicos: entre los que se marchan a Portugal e Inglaterra en busca de mejores condiciones laborales y los que se están yendo a Madrid para disfrutar de las mejoras ofrecidas por Esperanza Aguirre, en Extremadura, Castilla-La Mancha o Castilla y León, un médico se ha convertido en un profesional en peligro de extinción.
Si en materia de Recursos Humanos Soria aplica su relativismo científico, podemos comprobar con asombro como se reduce la estabilidad laboral de los médicos españoles, como baja su poder adquisitivo y como cada vez son más los que hacen las maletas porque ser médico en España se ha convertido en una prueba de obstáculos. Dejar la Sanidad en manos de un ministro así es preocupante: el que juega a las casitas con embriones humanos sin problemas de conciencia es capaz de cualquier cosa.

viernes, 6 de julio de 2007

Botes de humo

Foto: EFE. Carmen Calvo, Elena Salgado, Cristina Narbona y María Antonia Trujillo
6 de julio de 2007. Zapatero ha esperado a que corra el agua después del debate del Estado de la Nación, y cuando todos esperábamos que dijera algo sobre las actas de sus reuniones con ETA o nos explicara como se pagarán los 2.500 euros por cada nuevo niño español que ve la luz, nos salta con el nombramiento de ministros estrellas.
Nos quita a la inquisidora Elena Salgado: la mujer que se empeñó en reducir la talla de las hamburguesas, eliminar el vino de la dieta y colgar a los fumadores en las plazas públicas. Mientras se ha centrado en proyectos interesantes pero superficiales exclusivamente orientados a la salud pública, se ha agravado el déficit de médicos en el Sistema Nacional de Salud, la invasión de profesionales extranjeros sin la formación necesaria para ejercer su tarea. Llega con luces de neón Bernat Soria, el ilustre investigador de Elche que introdujo en España la investigación con células madres embrionarias vendiendo la curación milagrosa para los diabéticos. Un auténtico progre del microscopio. ¡Qué sabrá éste de educación médica, de residentes, de recursos humanos, de asistencia sanitaria, de listas de espera...!
El otro fichaje especialmente mediático ha sido el del periodista César Antonio Molina: tres carreras, unas cuantas más que Carmen Calvo. Molina cruzará de acera desde el Instituto Cervantes para asumir la gestión del caos sembrado por la cordobesa.
Carmen Chacón se incorporará también al Gobierno de Zapatero. La amiga de Rubalcaba, muy mejorada en los últimos meses, se hará cargo del Ministerio de Vivienda, el que dirigía una tal Trujillo. Si Chacón no fuera tan radical y populista, daría la sensación de que el cambio puede ser efectivo.
Zapatero ha lanzado un bote de humo a ocho meses de las elecciones generales. Según las directrices del márketing socialista especialista en momentos de crisis, los nuevos nombramientos de ministros estrellas son una prueba evidente de que algo pasa.

jueves, 5 de julio de 2007

Márketing socialista

Foto: EFE
5 de julio de 2007. Dice El Mundo en su edición digital de hoy que Zapatero ganó el debate del Estado de la Nación. No estoy de acuerdo. Primero, porque los debates de este calibre no se ganan ni se pierden. Segundo, porque Rajoy es mucho mejor parlamentario y le da varias vueltas en el manejo de la palabra al presidente del Gobierno: ofrece más ideas de fondo, pensamientos más estructurales. El líder de la oposición es una macropolítico, mientras que Zapatero es un gestor superficial.
Está claro que en estos días Zapatero ha demostrado que sigue vivo, pero un presidente que utiliza tantas artimañas para escapar con vida pone una bomba lapa a la poca confianza que le quedaba después de estos tres años. Al final, es ese extraño márketing socialista que consigue que aunque el sentido común diga que ZP está hundido, la pasión de la voluntad sin inteligencia consiga decir todo lo contrario. Es esa curiosa campaña publicitaria con la que logra que no salgan a la calle los ciudadanos cuando no tendrían otra cosa que hacer si fuera contra un gobierno popular. Esa estrategia comercial que obtiene beneficios a cuentas de la crispación ajena, el que consigue aplausos si el PSOE habla con ETA y la censura radical si el PP habla sobre ETA. La verdad es que lograr vender las motos que venden desde Ferraz no es ninguna tontería. Son especialistas en salir del paso en momentos de crisis y eso se paga bien en los gabinetes de comunicación de las grandes empresas. Esto tiene, por lo menos, un curso de verano.

miércoles, 4 de julio de 2007

ETA se lleva el premio de la desunión

Foto: EFE
4 de julio de 2007. El primer asalto del Debate del Estado de la Nación nos dejó ayer un sabor agridulce. Dulce porque en las dos primeras intervenciones de Zapatero y Rajoy ambos estuvieron a la altura e incluso dijeron cosas interesantes y expusieron razones de peso, y agrio porque ETA se llevó la palma cuando "no se merece el premio de nuestra división". Cuando los terroristas tomaron el congreso muchos desconectamos el televisor y dimos por concluida la dosis anual de prudencia política.
Pero esa primera parte de la que hablo no estuvo mal. Zapatero ha demostrado que ha aprendido parte del arte de ser parlamentario, aunque todavía hay incoherencias verbales que dejan en evidencia su preparación intelectual. En un momento de la lectura de su discurso inicial dijo: "si la familia es decisiva para la socialización, la escuela lo es para la ciudadanía", como si la socialización no tuviera como cometido esencial la formación de buenos ciudadanos. Fue un juego de palabras para ensalzar a la familia -inédito en ZP, que va a pagar para incrementar los índices de natalidad- y a la vez encumbrar su asignatura preferida. Más adelante, el presidente del Gobierno reconoció que el "el proceso de paz" se truncó con el atentado de Barajas... pero no las conversaciones con ETA.
Rajoy, en su primera parte, no estuvo todo lo crispador y tremendista que hubieran deseado los diputados socialistas para después cebarse con el afán rupturista de la oposición. En sus dos intervenciones iniciales estuvo brillante. Dio una lección de buen gobernante y explicó al pueblo por qué es necesario que Zapatero abandone Moncloa y convoque elecciones anticipadas: "malo es que un país se estanque pero peor es que sea por culpa de la incompetencia del Gobierno". Habló de prudencia, de confianza, de decir siempre la verdad. Habló de la pésima gestión del Estatuto de Cataluña "con el que se empezó a reventar la estructura del Estado". Considero que las razones que dio Rajoy desde la tribuna son ciertas y estuvieron bien dichas. En el fondo era decirle a Zapatero que "no sólo de políticas sociales positivas pero superficiales vive un presidente" y que "cuando no hay madera se cometen imprudencias temerarias", como piensan muchos españoles, más de los que en Ferraz piensan.

martes, 3 de julio de 2007

Huir hacia adelante

Foto: EFE
3 de julio de 2007. Mientras cierran un aeropuerto en Ibiza por un falso aviso de bomba y la amenaza de los atentandos terroristas se cierne sobre los españoles, Carmen Calvo, con gafas y a lo loco, disfrutaba en la fiesta del lobby rosa. Mientras el PSOE se piensa el pacto con Na-Bai, los cachorrillos de ETA querían estallar Navarra. Mientras la ministra de Sanidad, Elena Salgado, agita su body en el concierto de los Stone, aumenta el consumo de drogas en el país: mano dura contra los fumadores, sed blanda con las pastillitas de diseño. Mientras el Gobierno centra su política educativa en asignaturas irrelevantes dirigidas a formar la conciencia de los alumnos destrozados por la ESO, se incrementan los porcentajes de fracaso escolar y universitario. Mientras Zapatero se centra en el cambio climático, aún no hay medidas efectivas contra los incendios forestales. Mientras mueren siete españoles en Yemen a manos de Al-Qaeda y seguimos rezando por el alma de los cinco soldados asesinados en el Líbano, Alonso quiere lavarse las manos achacando responsabilidades a la cúpula militar. Mientras Regina Otaola toma posesión como alcaldesa del Ayuntamiento de Lizartza entre medidas especiales de seguridad, el Gobierno sigue tratado de recomponer el "proceso de paz".
Y mientras todo esto pasa, en vez de ponerse de acuerdo, Zapatero y Rajoy se disponen a tirarse los muebles en el Debate del Estado de la Nación. Eso es huir hacia adelante.

lunes, 2 de julio de 2007

El Credo de la Ciudadanía

Foto: EFE
2 de julio de 2007. Así reza el credo propuesto en el libro de texto de Educación para la Ciudadanía:

Creo en el Socialismo, doctrina salvadora, por encima de todas las cosas, que aplaude a los buenos, ahoga a los que crispan y entierra a sus candidatos que no dan la talla. Creo en la necesidad de mitigar la voz de la oposición, rechazando sus propuestas sin pensarlo, marginándola de los grandes temas de la política nacional porque sólo quieren dividir la España que unen los seguidores de Iglesia, de Pablo Iglesia. Creo en Zapatero, rey del relativismo donde encontramos la verdadera fe, que pacta con ETA y olvida la democracia, que encumbra a los nacionalismos y se olvida de los intereses del pueblo. Creo en las subvenciones arbitrarias, en el intervencionismo económico, el ahorro militar, la heterofobia y el intento de destrozar a la familia, reducto vomitivo de la siembra de los curas. Creo en la ruptura de la cohesión nacional, en el rechazo de la libertad de expresión y en la instauración de regímenes políticos autoritarios disimulados. Creo en Pedro Zerolo, en Javier Bardem, en Jesús Polanco, en Pedro Almodóvar, en Iñaki Gabilondo, en Evo Morales y en la Terremoto de Alcorcón, que han dejado su vida por el progreso del país. Espero en la resurrección de los mártires socialistas que padecen en las comunidades gobernadas por el Partido Popular confiando plenamente en la comunión de todos los laicos. Amén.