2 de julio de 2007. Así reza el credo propuesto en el libro de texto de Educación para la Ciudadanía:
Creo en el Socialismo, doctrina salvadora, por encima de todas las cosas, que aplaude a los buenos, ahoga a los que crispan y entierra a sus candidatos que no dan la talla. Creo en la necesidad de mitigar la voz de la oposición, rechazando sus propuestas sin pensarlo, marginándola de los grandes temas de la política nacional porque sólo quieren dividir la España que unen los seguidores de Iglesia, de Pablo Iglesia. Creo en Zapatero, rey del relativismo donde encontramos la verdadera fe, que pacta con ETA y olvida la democracia, que encumbra a los nacionalismos y se olvida de los intereses del pueblo. Creo en las subvenciones arbitrarias, en el intervencionismo económico, el ahorro militar, la heterofobia y el intento de destrozar a la familia, reducto vomitivo de la siembra de los curas. Creo en la ruptura de la cohesión nacional, en el rechazo de la libertad de expresión y en la instauración de regímenes políticos autoritarios disimulados. Creo en Pedro Zerolo, en Javier Bardem, en Jesús Polanco, en Pedro Almodóvar, en Iñaki Gabilondo, en Evo Morales y en la Terremoto de Alcorcón, que han dejado su vida por el progreso del país. Espero en la resurrección de los mártires socialistas que padecen en las comunidades gobernadas por el Partido Popular confiando plenamente en la comunión de todos los laicos. Amén.