22 de febrero de 2008
Segundo asalto y resaca tras la pegada de carteles.
Solbes: Tranquilo. Sobrado. Buena imagen de bonachón. Papeles por la tribuna indican que controla la situación, aunque la realidad de la crisis diga lo contrario. Maneja la macroeconomía, no entró al bolsillo de las familias y no dio ni una sola propuesta de futuro. Me da miedo que un ministro se pase diez minutos diciendo las cosas malas que hizo el PP cuando estuvo en el Gobierno, sin dejarnos ver cuáles serán las ideas innovadoras a partir de ahora. ¿Habrá más remedio contra el paro que el maquillaje de Caldera?
Segundo asalto y resaca tras la pegada de carteles.
Solbes: Tranquilo. Sobrado. Buena imagen de bonachón. Papeles por la tribuna indican que controla la situación, aunque la realidad de la crisis diga lo contrario. Maneja la macroeconomía, no entró al bolsillo de las familias y no dio ni una sola propuesta de futuro. Me da miedo que un ministro se pase diez minutos diciendo las cosas malas que hizo el PP cuando estuvo en el Gobierno, sin dejarnos ver cuáles serán las ideas innovadoras a partir de ahora. ¿Habrá más remedio contra el paro que el maquillaje de Caldera?
Pizarro: Era novato, pero al telespectador eso no le importa. Muy serio. Gestos demasiados forzados. Miradas de pánico a la cámara. Aun así, creo que también dio confianza y credibilidad. Sabe de macroeconomía, metió a la familia en el debate y llevó la iniciativa en materia de nuevas propuestas. Su discurso sobre la competitividad es muy atractivo para la audiencia media que dedica la noche del jueves a subirse a la parra económica. Demasiado mensaje circular, a veces cansino. Mientras Solbes ganó en imagen, Pizarro ganó en ideas, que creo que es más importante. En la próxima campaña, los debates en la radio.
Nota:
1. Lo mejor del ¿debate?: la serenidad de ambos candidatos. Quizás se pasaron de respetuosos, pero más vale que sobre.
2. Antena 3 perdió una hora de la vida de Matías Prats: para lo que hizo, pudo tirar de cualquier segundón y dejarle a él debates donde se debata. El formato del programa fue aburrido y demasiado entregado al mensaje que cada uno traía preparado de casa.