8 de junio de 2007. Dice Zapatero que está orgulloso de todo lo que ha hecho para conseguir la paz en el País Vasco: se cree que es suficiente con intentarlo. Estas cosas, o se miden con prudencia y salen bien, o pasa lo que pasa: comandos reactivados, ETA en los consistorios y amenazas de muerte, otra vez. No hay motivos para sentirse orgulloso. Además, Zapatero nos ha engañado a todos.
Recordemos por un momento los asaltos a las sedes del Partido Popular el día antes de las elecciones generales de 2004: todo el mundo quería saber la verdad sobre el 11-M porque tanto el PSOE como la SER, tal para cual, se habían encargado de convencer al pueblo de que Aznar era un mentiroso. Zapatero está mintiendo mucho desde el final de la tregua y ahora Prisa no denuncia nada. Dice que se ha roto "el proceso" porque los terroristas pedían objetivos políticos. Entonces, ¿por qué ha sido ETA la que ha pegado el hachazo? Si las cosas fueran como las cuenta el presidente, debería haber sido él el que terminara con la tregua. Sin embargo, por su parte, iniciativa cero. Más. Zapatero dice que no puede pedir la ilegalización de ANV porque "es un partido legal". No, es legal... porque él y Conde Pumpido quieren. Zapatero nos ha mentido también con otras armas más sibilinas, la relativización de la ley: ayer no tenía sentido que De Juana y Otegui estuvieran en la cárcel y podían pasearse a sus anchas por sus respectivos pueblos. Hoy, todo lo contrario, y las leyes son las mismas.
Zapatero ha mentido a las víctimas y ahora las ha dejado en la cuneta. Lo más triste que puede hacer ahora, tanto él como Rajoy y el resto de dirigentes políticos, es ver el fin de la tregua con una urna sobre los hombros: ¿cómo puedo manejar esta crisis para sacar el máximo rédito electoral? Eso sería como para castigar a los dos partidos con el ostracismo parlamentario. En este sentido, el PP tiene que entender que su política terrorista no es la clave para conseguir estar en La Moncloa, ya está claro que la intención del partido de la oposición es derrotar a los terroristas con las armas del Estado de Derecho. Si Rajoy quiere asegurarse el puesto, que se dedique a pelear contra el estatuto catalán que es lo más grave que le ha pasado a España en los últimos años, pero que no entre en el juego de meter a ETA en el debate nacional porque le puede salir el tiro por la culata.
Zapatero ha mentido a las víctimas y ahora las ha dejado en la cuneta. Lo más triste que puede hacer ahora, tanto él como Rajoy y el resto de dirigentes políticos, es ver el fin de la tregua con una urna sobre los hombros: ¿cómo puedo manejar esta crisis para sacar el máximo rédito electoral? Eso sería como para castigar a los dos partidos con el ostracismo parlamentario. En este sentido, el PP tiene que entender que su política terrorista no es la clave para conseguir estar en La Moncloa, ya está claro que la intención del partido de la oposición es derrotar a los terroristas con las armas del Estado de Derecho. Si Rajoy quiere asegurarse el puesto, que se dedique a pelear contra el estatuto catalán que es lo más grave que le ha pasado a España en los últimos años, pero que no entre en el juego de meter a ETA en el debate nacional porque le puede salir el tiro por la culata.