jueves, 28 de febrero de 2008

El arte de poner en evidencia

Foto: EFE
28 de febrero de 2008
Entrenamiento de altura antes del segundo asalto:

- Zapatero: Señor Rajoy, ya sabemos que no conoce lo que es un bonobús pero no nos venda medidas revolucionarias para controlar la inmigración cuando en su etapa de ministro del Interior hubo regularizaciones de risa.
- Rajoy: Muy bien, un punto para usted. Siga anclado en el pasado y ya le contaremos cuando esté en la oposición el éxito que tiene aplicar la experiencia de otros países de Europa con planificación. Desde luego, está visto que no sirve de nada abrir las puertas, dejar a la gente que se sirva lo que quiera, y que al final se pudran por las calles del país. Controlar para mejorar sus condiciones de vida será un recurso fundamental para solventar el estado de inseguridad generado en esta etapa.
- Zapatero: Después de que algunas víctimas hayan puesto el grito en el cielo, esperaba que me pidiera perdón por acusarme de agredir a los que sufren el zarpazo de ETA.
- Rajoy: Mire usted, señor Zapatero. No ponga caritas: usted agredió a las víctimas y no me bajo del burro. No digo que les diera usted un puñetazo, es evidente y hasta un presidente del gobierno socialista puede interpretar así las cosas. Usted ha dividido a las víctimas, las ha politizado y las ha puesto en un brete al sentar en las instituciones públicas a los asesinos de sus familias con total impunidad. Hay dolores que están por encima del dolor físico y usted ha sido muy poco sensible con las penas de los demócratas vascos. Le recuerdo que en su partido hay gente que abandonó el barco precisamente por sus continuas faltas de respeto. Por cierto, si ve las estadísticas del debate pasado, usted habló más veces de terrorismo que yo, así que tiene más papeletas de llevarse el óscar por instrumentalizar un problema tan serio. Le falta cabeza y corazón.
- Zapatero: Usted ha querido vendernos un programa de futuro en forma de cuento de Andersen, pero España ha sido unánime en su dictamen y dice que no se cree el "ciento de la niña de Rajoy".
- Rajoy: No estoy muy seguro de que su opinión sea la opinión de todos los españoles, de lo que sí estoy seguro es de que usted contó a las españoles muchos cuentos en estos cuatro años y que lo que desean es que pase usted pronto a los libros de las historias de la ficción.
- Zapatero: Tanto usted como el PP se han pasado toda la legislatura crispando.
- Rajoy: Señor Zapatero, se repite usted más que los funcionarios de justicia en los mítines del PSOE. Que le quede claro que la gente de la calle ya sabe que su arma de destrucción masiva pasa por confundir las palabras. Crispar es hablar de talante pero después encender los ánimos de los radicales con grandes dosis de tensión y dramatismo.
- Zapatero: El PP está en contra de todo y su único afán es cortar las alas del progreso. Nosotros hemos fomentado la natalidad con incentivos económicos, hemos hecho que nadie se sienta discriminado en este país según su sexo, su religión o su nacionalidad. Ustedes quieren enterrar todo lo que no huela a familia tradicional.
- Rajoy: Le recuerdo que también pusieron en marcha leyes contra la violencia doméstica que no están dando resultados y lo vemos cada vez con más frecuencias. Es como el carné por puntos y todas sus medidas para evitar los accidentes de tráficos. Son ejercicios de buena voluntad política, y es una pena que un presidente del Gobierno no tenga la fuerza suficiente para conseguir todo lo que se propone. Si usted pusiera más empeño en lograr que sus leyes sean realmente eficaces, tendría más fácil que los españoles le reconocieran su esfuerzo.
- Zapatero: Sus cruzadas contra Bermejo me recuerdan a otra época en la que la libertad a creer de las personas pasaba por la guillotina.
- Rajoy: Bermejo sabe bien que no hay nada personal contra él, entre otras cosas porque tampoco se merece nuestra atención. Quizás es él el que debe reconocer que el poder judicial debe ser libre y que un gobierno socialista no puede cargarse por las buenas años y años de tradición en la separación de poderes. Ya está bien de politizar la justicia, porque ya lo que nos faltaba es usted sea Bermejo el que deje en la calle a los albertos, el que dicte la sentencia del 11-M, el que nombre a los fiscales de Madrid... El que no cuida de su casa, no es fácil que sepa gobernar casas ajenas.