lunes, 9 de julio de 2007

El progre del microscopio

Foto: EFE
9 de julio de 2007. Hoy toman posesión de sus cargos los nuevos ministros de neón, empieza la carrera por intentar dejar impronta en ocho meses. Seguro que Carmen Chacón y César Antonio Molina consiguen dejar huella tanto en Vivienda como en Cultura.
Miedo me da la huella que puede dejar Bernat Soria, aunque con lo lenta que es la aprobación de una norma, creo que nos vamos a salvar por los pelos de ver en el BOE el Real Decreto por el que se regula la técnica de la clonación humana. Una vez pasado el límite de la experimentación con embriones, uno es capaz de superar cualquier impedimento por digno que parezca. ¡Todo por el progreso de la ciencia! En sus primeras comparecencias ha dejado claro que centrará su gestión en el paciente, lo cual significa que se olvidará del médico, cuando todos los expertos destacan que el profesional es el eje del sistema. Estamos en un mal momento para prescindir de los médicos: entre los que se marchan a Portugal e Inglaterra en busca de mejores condiciones laborales y los que se están yendo a Madrid para disfrutar de las mejoras ofrecidas por Esperanza Aguirre, en Extremadura, Castilla-La Mancha o Castilla y León, un médico se ha convertido en un profesional en peligro de extinción.
Si en materia de Recursos Humanos Soria aplica su relativismo científico, podemos comprobar con asombro como se reduce la estabilidad laboral de los médicos españoles, como baja su poder adquisitivo y como cada vez son más los que hacen las maletas porque ser médico en España se ha convertido en una prueba de obstáculos. Dejar la Sanidad en manos de un ministro así es preocupante: el que juega a las casitas con embriones humanos sin problemas de conciencia es capaz de cualquier cosa.