11 de junio de 2007. María Teresa Fernández de la Vega es la dama de bronce, una mujer hecha a sí misma a modo de aleación de cobre y estaño. Ella representa el cobre de la cintura política, del saber estar por encima del resto de los miembros del Gobierno y de la prudencia, siempre entendida desde el punto de vista humano porque la vicepresidenta es tan laicista que oye hablar de una virtud y le da un alipori.
Pero Teresa, el cuerpo de Zapatero, contiene también una buena dosis de estaño: es la portavoz amarga de un Gobierno en crisis desde su constitución, la sembradora de la cizaña entre el presidente y el líder de la oposición y la ejecutora número uno de este nuevo totalitarismo socialista de principios del siglo XXI.
- ¿Totalitarismo? ¿Se ha pasado usted un par de pueblos?
- Si no es totalitarismo interpretar las leyes al gusto de los que ostentan el poder…
- Los de derechas siempre estáis criticando por sistema al PSOE, aunque no haya motivos.
- Perdone que le diga pero, además de que en el PSOE de hoy siempre habrá motivos para la crítica, en el caso de la señora vicepresidenta el totalitarismo es casi una forma de ser.
- ¿Tiene pruebas?
- Quizás se conforme con ésta: dice Fernández de la Vega que “el cumplimiento de la ley no admite excepciones”… al menos para los que objetan de Educación para la Ciudadanía, una asignatura confeccionada para adoctrinar a los niños españoles en el pensamiento único oficial. En este caso, la ley se cumple “porque lo digo yo”, mientras que en otras ocasiones –como hemos visto que ha pasado con De Juana y Otegui- las cosas eran de otra manera… En el fondo, Fernández de la Vega piensa que “la ley soy yo”, ¡si eso no es totalitarismo… encubierto!
- Bueno, bueno... hay matices...
Pero Teresa, el cuerpo de Zapatero, contiene también una buena dosis de estaño: es la portavoz amarga de un Gobierno en crisis desde su constitución, la sembradora de la cizaña entre el presidente y el líder de la oposición y la ejecutora número uno de este nuevo totalitarismo socialista de principios del siglo XXI.
- ¿Totalitarismo? ¿Se ha pasado usted un par de pueblos?
- Si no es totalitarismo interpretar las leyes al gusto de los que ostentan el poder…
- Los de derechas siempre estáis criticando por sistema al PSOE, aunque no haya motivos.
- Perdone que le diga pero, además de que en el PSOE de hoy siempre habrá motivos para la crítica, en el caso de la señora vicepresidenta el totalitarismo es casi una forma de ser.
- ¿Tiene pruebas?
- Quizás se conforme con ésta: dice Fernández de la Vega que “el cumplimiento de la ley no admite excepciones”… al menos para los que objetan de Educación para la Ciudadanía, una asignatura confeccionada para adoctrinar a los niños españoles en el pensamiento único oficial. En este caso, la ley se cumple “porque lo digo yo”, mientras que en otras ocasiones –como hemos visto que ha pasado con De Juana y Otegui- las cosas eran de otra manera… En el fondo, Fernández de la Vega piensa que “la ley soy yo”, ¡si eso no es totalitarismo… encubierto!
- Bueno, bueno... hay matices...