9 de octubre de 2007. Un fuerte estallido, estómagos encogidos de nuevo en el centro de Bilbao y miles de pensamientos al azar que se van repitiendo cíclicamente para ponderar el nuevo acto criminal de ETA.
Razonamientos primarios en caliente: esto es lo que pasa cuando el Gobierno hace de padre irresponsable y consiente tantos caprichos. Razonamientos segundos: Si Zapatero pretende que nos creamos sus gestos de dolor, debe emprender medidas urgentes para ilegalizar a ANV y exterminar del mapa político todo lo que huela a batasuna. Si piensa que nos vamos a quedar contentos con el oportunismo de Garzón es que el presidente sigue viviendo en el país de las ingenuidades. No más acercamientos ni más bajadas de pantalones impropias de todo hombre de Estado. Y mano dura contra Ibarretxe.
Razonamientos terceros: Una vida en peligro debe pesar sobre los que han jugado con fuego. Aunque cueste hablar de elecciones en momentos en los que constatamos que en España hay lugares en los que no se disfrutan los derechos humanos más básicos, la bomba de hoy ha de ser una lección en las urnas.
Razonamiento final: España es un país de contrastes. Nuestros políticos se evaden de la realidad hasta que llegan los problemas. Hoy todos dirán que se utilizarán todas las armas de un Estado de Derecho para combatir contra los criminales. Pues bien, esa era la línea emprendida por Aznar y la que ha dinamitado como un niño bobo e insoportable José Luis Rodríguez Zapatero: la infinita levedad del ser gobernante sin estar "diseñado" para ello.