jueves, 24 de enero de 2008

María versus Alberto

Foto: EFE
24 de enero de 2008
Cuentan los medios que cuentan que Mariano Rajoy eligió como número 2 de su lista por Madrid a María San Gil, pero ella, después de pensárselo, decidió agradecer la propuesta pero mantener su posición clave como cabeza visible del PP en la comunidad española vasca. Lo de Pizarro fue un segundo plato que le ha salido al líder popular mucho mejor de lo que pensaba.
El caso de San Gil me recuerda que todavía hay gente con clase en el mundo de la política. Por contraposición con la actitud de Alberto Ruiz-Gallardón, María ha hecho de la prudencia una forma coherente de actuar: las ideas y el partido por encima de todas las cosas. Además, es una candidata a lehendakari del PP que, a pesar de vivir presionada por la extorsión a la que Zapatero da rienda suelta, está dispuesta a quedarse en el País Vasco hasta que la muerte los separe. Esta es la gente con garra que necesita la democracia española.
Gallardones hay cientos que se quedaron agarrados a las zarzas del camino. Tenían madera de líder pero les pudo la ostentación del cargo y ese afán de subir a cualquier precio les acabó enterrando en su propia avaricia. Y hay demasiados albertos y pocas marías en el PP. Y se nota. Y a veces da hasta un poco de asco.