lunes, 22 de octubre de 2007

Sonrisas hipócritas


Foto: EFE

22 de octubre de 2007. Efectivamente. Las cosas se pueden decir con una sonrisa, lo cual no significa siempre que la sonrisa sea prueba eficiente de sentido del humor. Hay sonrisas de lerdo, de esquizofrenia, de desequilibrado, de revanchista, de ironía, de insensatez, de ingenuidad, de soberbia, de vanidad, de duda, de desconcierto, de pensamiento macabro, de carcajada borracha, de desprecio, de altanería, de sumisión, de complicidad...
Con esta gama de sonrisas, en estos tres años y medio largos, muy largos, Zapatero ha utilizado ese gesto labial natural e incierto para quitarse de en medio a los barones del PSOE y a las figuras martirizadas por los resultados de las últimas elecciones municipales como Pla o Sebastián. Un sonrisa y una palmada en la espalda que a veces es un puñal , como el que llevaba colgando Rosa Díez y todos los socialistas vascos hasta que han cogido sus cosas de Ferraz y se han emancipado del radicalismo que decora las paredes de esa casa insustancial. Es la misma sonrisa con la que Zapatero se ha despojado de Carmen Calvo, María Antonia Trujillo, María Jesús San Segundo, Jordi Sevilla...
Sonrisas sin gracia de político totalitario empeñado en controlar operaciones económicas privadas, espiar a empresarios, imponer textos de educación moral y recusar a miembros del Constitucional para controlar la Justicia. Sonrisas de presidente aislado en las reuniones internacionales y sonrisas de complicidad en la otra parte de la mesa de los terroristas. Sonrisas macabras que desprecian a los demócratas del País Vasco y carcajada contra la bandera por ser patrimonio de la derechona. Sonrisa de timidez y de falta de autoridad ante la defensa de la figura del Rey. Sonrisa tras las abucheos el día de la Fiesta de la Hispanidad por reírse de la unidad del país firteando con los estatutos de autonomía.
Sonrisas Profiden más falsas que Judas, el gesto preferido de los hipócritas.