viernes, 30 de noviembre de 2007

O frío, o caliente

Foto: EFE
30 de noviembre de 2007. Mercedes Aroz y José Bono: dos historias paralelas.
Historia 1. Mercedez Aroz deja la política. No hay tramas urbanísticas ni guateques. No hay tres por cientos ni intereses personales más allá de su cargo como diputada del Partido Socialista Catalán. De raíces marxistas, Aroz fue de las fundadoras del partido que acoge hoy a José Montilla: una rama del socialismos radical que boquea después de rebajarse al nivel de los nacionalismos independentistas más provocadores y agresivos. Un día tras otro, Mercedes Atroz, desde la Comisión de Presupuestos del Parlamento Catalán, defiende los postulados del partido. Aunque parezca un milagro especialmente sensible, los políticos también se caen del caballo. Con toda la clase del mundo, Aroz anuncia que deja el partido porque sus guerras van en contra de las peleas de su conciencia. Prima el sentido común, le saltan las alarmas ante la encendida campaña laicista del Gobierno de Zapatero, da la cara, asume la responsabilidad de sus convicciones, y se va sin hablar mal de nadie. Un portazo a las ideas, pero sin despreciar a las personas. Para ella, ser socialista hoy y ser católica son dos posturas incoherentes.


Historia 2. José Bono vuelve a la política. Después de irse por razones familiares, la familia pierde peso en la vida del ex ministro de Defensa que se engancha a la adrenalina de partidos. Dispuesto a comerse el mundo empezando por Toledo, el único barón que le queda a Zapatero se dispone a empezar la carrera que le encumbrará al escaño más alto del Congreso de los Diputados. El socialista de Osborne, el españolito, el amigo de los obispos, el católico de un Gobierno abiertamente anticlerical y antilaical de los que entierra en las catacumbas las clases de religión y borra los crucifijos de las aulas y de la vida pública. Sin embargo, a pesar del apoyo al aborto, a la eutanasia, a la investigación con células madre embrionarias... Bono sigue ahí, sin moverse de su sitio: a codazos dentro de la conciencia, buscando un margen de entendimiento entre el cristianismo y el socialismo. Entre sotanas y actividades sacrílegas en las iglesias rojas de Madrid con Zerolo de acólito: más perdido que Admunsen en el polo norte.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Un monumento en Correos

Foto: EFE
29 de noviembre de 2007. Magdalena sigue viva por 10 millones de euros. Quizás está sobrevalorada la señora ministra, tanto por el PSOE como por el resto de diputados nacionales que acuden con paciencia en cada sesión del Congreso para escuchar sus altanerías. Suficiente tiene uno con los reality shows como para tener que agantar a su señoría la andaluza chillona. Ya que la reprobación no ha sido posible, deberían permitir en el Congreso que las intervenciones de Álvarez sean por escrito para evitar los desmelenes, las desfachateces y otras desvergüenzas desde el púlpito de la Cámara Baja.
Dice su señoría la ministra de Fomento de la Discordia que las críticas de la oposición (cuando oposición significa la unanimidad del resto de partidos ajenos al suyo) no coinciden con los mensajes que recibe en las miles de cartas de sus admiradores más secretos que nunca. Así que Magdalena Álvarez deja caer que se ha convertido en la patrona de Correos y la empresa pública está a un tris de hacerle un monumento por ser la destinataria de ingentes cantidades de cartas escritas en estos tiempos de despotismo del correo electrónico y del SMS.
Quizás sean cartas para pedirles los mismos favores que al BNG, algo así como cartas a los Reyes Magos: "Querida Reina Magda: Este año me he portado tan bien que ni siquiera me he quejado de los atascos y del caos de los cercanías. A pesar de vivir en Cataluña, he podido resistir la tentación de salir huyendo sin rechistar. Llevo cinco años esperando la llegada del AVE, y sin embargo sigo manteniendo la paciencia. Ya sé que nuestros políticos viven en dimensiones distintas, y aun así mantengo mi fe en la democracia. En fín, ha sido un año duro pero persiste mi ilusión en la prosperidad de esta comunidad autónoma y supongo que este exceso de virtud serán suficientes para que este año me traigas...".

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Escala de grises

Foto: EFE
28 de noviembre de 2007. Seguimos con sinestesias. El Partido Popular también tiene su gama de tendencias y su tabla de pantones porque los partidos políticos han perdido ya la unidad para ensalzar la autonomía del candidato por encima de las ideas, del consenso y de los intereses mayoritarios de los votantes. No me parece ni bien ni mal. Lo malo es que no hubiera voces discordantes y que siguiéramos apostando por ensalzar al político-borrego. El problema es que entre una cosa y otra hay mil tonos de grises: una cosa es discrepar y otra cosa es confundir con ideas que tiran en dirección y sentido contrario. Al final, el principio de Arquímedes se impone: todo cuerpo extraño sumergido en un caldo politizado experimenta un empuje vertical hacia el olvido directamente proporcional al peso de la resistencia del fluido enquistado... y los antisistemas de los partidos acaban siendo los menos valorados por los votantes tradicionales.
Rajoy es, según la opinión pública publicada por el CIS, el candidato más gris. Yo creo que es más un gris azulado. Acebes es el marrón-Bermejo. Gallardón es el blanco-zen, el color de moda entre los progresistas modernos que van cien años por delante del conservador rancio que le vota. Zaplana es el verde cobalto de su corbata, un poco de caparazón de escarabajo pelotero. Arenas es el albero de los toros y los caminitos de las ferias andaluzas, el color de los terratenientes de buena vida: un mix entre el amarillo-manzanilla de su copa y el marrón ocre de sus resultados electorales en la comunidad andaluza. Aguirre es el dorado-freixenet con burbujas y lentejuelas. María San Gil es el rojo de la vida y de la sangre en la memoria de los que conviven a sus anchas en la acera de enfrente. Otaola es el azul del cielo de la dignidad. Juan Costa es el verde-lacoste. Piqué era el amarillo chillón y Aznar el azul oscuro más oscuro desde la Guerra de Irak.
Con todo este percal, Mariano necesita coger un poco de color en estos días previos a su cita con las urnas. No puede ser un político tan neutro porque esa puede ser la gota policromada que consiga una derrota en el segundo intento: la calle es la calle, y un titular de diario gratuito ahora hace más daño que una editorial de relumbrón.

martes, 27 de noviembre de 2007

Los colores de Ferraz

Foto: EFE
27 de noviembre de 2007. Pedro Solbes será el número dos de Zapatero. Mira tú, ahora que tenía todo preparado para retirarse con más o menos dignidad, resulta que lo que el ministro de Economía buscaba con sus batallas presupuestarias para controlar el gasto público en promesas electorales era asegurarse un puesto de relevancia en la política del PSOE y del país. Pues que quiere que le diga: toda una decepción.

Aunque no sé, los líos internos de Ferraz son tan caleidoscópicos que, a lo mejor, el ascenso de Solbes es una propuesta del líder socialista por incluir el matiz moderado-liberal entre sus filas. No sería el primer enjuagado publicitario que dicta Zapatero para lavar la cara agresiva de este socialismo de hombres-bomba cuya cabeza más visible son María Teresa y D. José Blanco (sin rintintín). Ya vimos el ansia de bandera que le entró al presidente cuando el PP parecía que hacía patrimonio de la derecha la roja y gualda, aunque después comprobemos que el dirigente del país no insta a que se cuelgue el símbolo de la patria, por lo menos, en los ayuntamientos de la nación. O la recuperación de José Bono, el socialista de Osborne, que también tiene mucho que ver con la cal y la arena en este proceso identitario que mantiene en la quiebra a Cataluña y que ha auspiciado el mismísimo Rodríguez Zapatero, el marido de Sonsoles.

Con Solbes, el PSOE asegura un nuevo color en su paleta ideológica (que no paleta ideología). Así como Zapatero es el blanco (la mente en blanco, la paz universal, la alianza de civilizaciones, el amor fraterno entre todos... siempre que sea fuera de España, claro); Fernández de la Vega es el rosa fucsia (el feminismo radical); Zerolo es el rosa claro (a buen, pocas); Mariano Fernández Bermejo, el marrón (un marrón después de cada declaración); Magdalena Álvarez, el rojo pasión (o el rojo de prohibido el paso, del carmín que mira por encima del hombro, el rojo del sonrojo y de la vergüenza ajena...); Caldera, el celeste de la cesta de ropitas para niños; Narbona es el verdeoscurocasinegro del ecologismo este de ciencia ficción que nos venden ahora estos señores; Elena Salgado, el beige de la ministra pija, la estrella del Vogue... Solbes es el azul: el príncipe azul al que Zapatero quiere explotar para conseguir algo de confianza entre el pueblo fiel. La pena es que después de 65 años de experiencia en la vida Pedro no prefiera olvidar una legislatura en la que tuvo que prostituir sus tablas presupuestarias y hacer juegos de monedas espiando el libre comercio para salir, una vez tras otra, del hoyo económico de una gestión pésima desde el 12-M. Se le pasó el tren de la retirada a tiempo.

lunes, 26 de noviembre de 2007

La mano amiga

Foto: EFE
26 de noviembre de 2007. Seguramente ha habido socialistas con problemas de conciencia este fin de semana. Tenían que ratificar al candidato, y muchos habrán pensado que no poder elegir a otro ha sido una pena. Ellos mismos piensan que a Zapatero le supera la gestión presidencial y que cualquier tiempo pasado en el PSOE fue mejor. Loas a González y a todo el clan de mangantes de guante blanco que campan a sus anchas recuperando el prestigio a marchas forzadas mientras Zapatero hunde bajo sus pies la ideología socialista. Enterrado queda definitivamente Pablo Iglesias entre tangos y bailes de imprudencia y arropado con la bandera de la anarquía de la relatividad de las ideas dispuestas en orden al régimen electoral: siempre pensando a corto plazo cada cuatro años.
Zapatero está inseguro. Se le ve en la cara... y en el pelo... Por eso ha sacado a su Sonsoles del baúl de las coristas y se la lleva a casi todos los actos públicos como si fuera un bastón para apoyar su desnudez. Además, de paso, le da un toque americano a su camapaña acudiendo a los escenarios con la "primera dama", cada vez más a gusto entre flashes y masas como Hillary Clinton o la señora Kischner.
El problema no está en que Zapatero alardee de esposa. Nada más lejos de mi crítica. Mejor unidos hasta la muerte que con rumores de ruptura como pasa demasiadas veces en el bando de la oposición. La cuestión es que usar a Sonsoles para las batallas políticas del presidente tiene demasiadas implicaciones. Es como acentuar la fragilidad del que está sólo por dentro y por fuera, el que necesita una mano amiga para evitar las zancadillas de la vida, de la falta de capacidad, de la oposición y de los que están dentro subiendo a codazos. Es duro, pero más duro es tener un presidente por accidente...

viernes, 23 de noviembre de 2007

El valor social de Rajoy

Foto: EFE
23 de noviembre de 2007. El barómetro del CIS es una encuesta que no habla ex cátedra. Es verdad que es la más rigurosa de las encuestas politizadas, pero, en fin, no seré yo el que descubra América... cocinar los datos, ponerlos bonitos y añadirles el perejil forma parte del trabajo de campo...
Sin embargo, en esta ocasión, creo que entre los resultados del susodicho barómetro y la impresión que percibo del parecer de la sociedad no hay mucha diferencia. Observamos que el PSOE sigue por encima a pesar de la incompetencia probada (el estado de las infraestructuras catalanas y la subida de los precios son dos ejemplos muy clarificadores) y que el PP sigue sin pegar el salto a pesar de todas las oportunidades que le ha brindado el ejecutivo de Zapatero (el intervencionismo económico y moral, sin ir más lejos). Mi sensación es que la parte de la sociedad que tiene espíritu crítico considera que Zapatero lo ha hecho fatal y que no merece una segunda oportunidad. Ven que hemos dado demasiados pasos para atrás en estos cuatro años y que el líder socialista no está preparado para soportar tanta responsabilidad. Sin embargo, parece que el PP de Rajoy no les convence demasiado. Puede que haya muchos que estén dispuestos a votarle, pero con poca ilusión. Es más echar una papeleta azul para que no vuelva a salir el candidato de la lista roja. Echan en falta un posicionamiento más claro en cuestiones como el Estatuto Catalán y una oposición menos cañera y más constructiva. Tal y como lo ha tenido el PP, estos resultados, aunque le ponen más cerca del Gobierno, no son de recibo.
Dicho lo cual, que Rajoy sea el líder político menos valorado, eso no se lo cree nadie. Puede que le falte carisma, que no tenga la chispa de Gallardón, que le falte cintura. Está claro: no es Aznar. Eso debe asumirlo el votante del PP. Pero eso no quiere decir que no genere confianza. Precisamente la imagen del líder popular es de trabajador, honrado, excelente parlamentario, buen padre de familia, político listo, irónico, con capacidad de gobierno y de aportar estabilidad al desguace autonómico español. Esa es la imagen. Supongo que hay cosas que se corresponden con la realidad y otras que no, pero son rasgos que no hacen confiar en Rajoy. En política no es todo carisma. Está visto para sentencia que sólo una sonrisa lela durante cuatro años y dos vídeos de you tube no son suficientes para gestionar un país llamado a ser puntero en Europa y en el mundo.

jueves, 22 de noviembre de 2007

De la Cámara al plató

Foto: EFE
22 de noviembre de 2007. La Academia de TV ha dado sus premios anuales y el gato al agua se lo ha llevado "Cuéntame como pasó" con cinco premios uno detrás del otro. Lo más divertido de estos galardones han sido las nominaciones a los actores del Congreso de los Diputados, una cantera de estrellas cinematográficas acostumbradas a vivir constantemente en el país de los focos.
- Magdalena Álvarez, por "Maleni es nombre de Talgo".
- José Blanco, por "Los lunnis: capítulo especial"
- Joán Tardá, por "Ser, estar, aparentar, cobrar y despotricar".
- Artur Mas, por "En ninguna parte".
- Javier Arenas, por "A caballo y con la copa de fino".
- Bernat Soria, por "El hombre Dolly".
- José Luis Rodríguez Zapatero, por "El don de la oportunidad" (intervención en el programa de élite de Andrés Buenafuente).
- Mariano Fernández Bermejo, por "Juez y parte, la sartén por el mano y la muerte de Montesquieu".
- Alberto Ruiz Gallardón, por "Con calma y con Prisa hacia el final de la escalera".
- Hugo Chávez, por "El eslabón perdido y hallado en la Cumbre".
- Gaspar Llamazares, por "Los últimos estertores".
- Carmen Chacón, por "El ala vacía de La Moncloa".
- Eduardo Zapalana, por "Vivir del cuento".
- Carod Rovira, por "Desconocido en la China".
- Juan Costa, por "Surfer people en Sunset Bulevar".
- Miguel Ángel Moratinos, por "Marruecos, capital, Ceuta y Melilla".

- José Montilla, por "Cerca mía".

- Alfredo Pérez Rubalcaba, por "De profesión, fantasma".


Sin más.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Día Internacional del político hueco

Foto: EFE
21 de noviembre de 2008. Ayer fue el día internacional de la declaración ingeniosa... cuando ingenio tiende a cero.
El primer premio de la jornada es para Joan Tardá. En un alarde de razonamiento metafísico impropio de un independentista con fobia al más allá de la frontera, el diputado de ERC dijo ayer que iba al Congreso "no porque seamos españoles, sino porque estamos españoles". Para rizar sus rizos, después aclaró su cogito filosófico: "supongo que entenderán la diferencia esencial entre el ser y estar, que indica transitoriedad". Ya. Efectivamente, no es lo mismo ser tonto que estar tanto. No es lo mismo ser radical que estar jugueteando con la intolerancia. No es lo mismo ser diputado en el Congreso de los Diputados y cobrar un buen sueldo, que ser independentista también para percibir el sueldo del Estado. No es lo mismo ser un cara que estar por la cara.
El segundo premio no puede más que ser para Alberto Ruiz-Gallardón. Dice que el PP quiere superar la época del talante de Zapatero por una nueva era cargadita de talento. Más allá del juego de palabras -los hay mejores, la verdad- queda claro que el talante del líder socialista ha sido un producto de márketing vacío del que ya sospechábamos. Con respecto al talento del Partido Popular, creo que aún queda mucho terreno para demostrar que van en serio: llevar la iniciativa, cambiar a los de siempre. Ver talento en Zaplana o Arenas es ver oasis.
El tercer premio ha recaído a Artur Mas, el político que se bajaba los pantalones de las ideas para encontrar un hueco en la política catalana. Dice que en el hipotético caso de que el Tribunal Constitucional se pronuncie algún día sobre el Estatuto de Cataluña, habrá que volver a hacer un referéndum para ver si el pueblo está de acuerdo. Según él, la región de los atascos será una nación si así lo piden los ciudadanos. Ecce homo relativis.
Y hay un premio del público para el pesadito de Hugo Chávez. Ayer comentó con ironía cuasi amenazante que pasaría a vuelo rasante por La Zarzuela camino de Portugal. Este no es que esté pasado de vueltas, es que es una vuelta de tuerca a la esquizofrenia diagnosticada tal y como la describe la literatura médica. Esas ínfulas de grandezas, ese empeño por imponerse al ridículo internacional en el que le dejó el Rey de España, ese afán de combatir desde ¡Venezuela! al "imperialismo americano" es sólo un estadío más en la grave enfermedad que padece Tardá.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Capaz de todo

Foto: EFE
19 de noviembre de 2007. Hoy es el día en que Zapatero tendría que presentar su dimisión. Desde luego, si se confirma la noticia de portada que trae hoy El Mundo, es para que el mundo se le echara encima a un presidente de un Gobierno convencido de que la negociación con terroristas es la única ascua que le queda para avivar el fuego de su candidatura. Qué triste negocio este de los políticos que son capaces de llenarse la boca de vacío mientras ponen los cuernos sistemáticamente a todos los fieles votantes.
Todo parecía una intuición de los conspiradores. No era descabellado pensar que Patxi López comía con los demócratas de ETA con el parabién del PNV. Eso no es lo que nos asusta. Lo que de verdad da miedo es que el Gobierno de Zapatero ha demostrado ya demasiadas veces que el PSOE está dispuesto a hacer lo que haga falta por conseguir revalidar su título presidencial. Le hemos visto negociando con los pusilánimes encapuchados y decir que el Gobierno español nunca entraría al juego de los etarras. Le hemos visto pasarse por el Arco del Triunfo lo que luego era "la santa Constitución". Le hemos visto hablando de bonanza económica mientras nos apretábamos el cinturón comprando leche, pan y huevo. Le hemos visto espiar a empresarios, intervenir en OPAs, entronar a los nacionalismos separatistas, enredar hasta el fondo las políticas internacionales... Le hemos visto muchas cosas, pero lo peor es que todos estamos convencidos de que nos queda mucho por ver de aquí a marzo.
Un señor que entierra a los buenos, premia a los malos y homenajea a los mediocres ha perdido el norte y se mueve en el subjetivismo egoísta de las realidades interesadas. Ha escondido la verdad y la confianza detrás de su hipócrita sonrisa porque espera que la objetividad de los hechos sólo se conozca en el juicio final. Sin embargo, al paso de las nuevas tecnologías, lo sabremos antes, y entonces, cada uno estará en el sitio en el que le espera la implacable historia. Allí no hay hueco para las apariencias esquizofrénicas.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Míster equis

Foto: EFE
15 de noviembre de 2007. Hay un ministro que siempre está a la sombra. Y cuando digo siempre, me refiero a siempre que hay problemas gordos. Nunca saldrá en los telediarios cuando ETA rompa una tregua, ni cuando lluevan las pateras sobre las costas españolas. Nunca habrá una rueda de prensa para dar datos negativos sobre el carné por puntos y el leve incremento de los accidentes de tráfico en los últimos meses. Nunca se disfrazará de portavoz del Gobierno cuando haya agujeros negros en las políticas de Interior.
Se trata de un ministro que tiene prestigio entre los suyos, pero que escurre el bulto como Magdalena Álvarez. Sin embargo, él tiene más clase. No le hace falta recurrir al lifting para conseguir un primer plano en las televisiones amigas. Es como un padrino con miles de cartas guardadas en la manga al que parece que demasiada gente le debe cosas.
Es ese tipo de ministros que nunca dan la cara pero que son de los que tira el Gobierno para darle relumbrón a las noticias importantes. Él no necesita rodearse de mujeres con sus hijos en el circo de un plató institucional como hace Caldera. Es de los que pasa de la Z y mantiene una postura perfectamente estudiada de hombre serio y prudente, de político negociador amiguete de Zapalana: un ministro tolerante en la distancias cortas y sembrador de cizaña detrás de los bastidores.
Un ministro con ansias de sucesión. Un tibio de la izquierda radical que encarna el ejecutivo de Zapatero, y a la vez un diplomático del Congreso que le da mil vueltas al dirigente del PSOE como intelectual, como parlamentario y como líder.
Sólo un hombre así, a medio camino entre María Teresa Fernández de la Vega y José Blanco, puede haber salido de la cueva y hacerse el interesante para facilitar la tarea de los medios que quieren hacer sangre en Madrid con la trama de funcionarios corruptos: 16 de más de 20.000. Es el grito silencioso desesperado del que estuvo en contra de la candidatura de Miguel Sebastián y del que todavía cree que el socialismo tiene algo que hacer en la política municipal de la capital. Su reino por destronar ese perfil centrista con el que los medios de comunicación de izquierda encasillan a Gallardón. Él quiere ser Gallardón para la derecha, el interlocutor necesario, el elipsir de la calma: no quiere estar en la lista de los crucificados por la historia que ajusticie al Gobierno más inepto de la democracia española. Y lo conseguirá, no le quepa la menor duda.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

El Rey está triste

Foto: EFE
14 de noviembre de 2007. La monarquía está de moda a pesar del empeño de la prensa rosa por dinamitarla con cócteles de cotilleos enfermizos que arrancan algo más que cuatro dedos. Con una audiencia vacía como referente, estos paparazzi deshumanizados disfrutan sacando lo peor de cada casa, buscando hundir famas y honores a precio de saldo. Después de una jornada agotadora de trabajo urdiendo males con informaciones de budú, estos depredadores de carnaza se irán a dormir tranquilamente a sus lofts postmodernistas para hacer zapping y depurar sus conciencias con lavados de risa floja.
La prensa rosa ha profundizado en la distancia entre la Infanta Elena y Jaime de Marichalar. Esperemos que el anuncio de la Casa Real no les sirva para intrigar en el resto de matrimonios de los hijos del Rey.
El Mundo decía ayer que Juan Carlos I está triste. Seguramente, la decisión de su hija mayor de poner tierra de por medio le haya dolido mucho más que la herida que Chávez pretende provocar al monarca. Este politicucho de verbena no entiende que aquí en España sólo tiene hueco como muñeco que baila a su bola colgando del retrovisor frontal de los coches. La sensación para estas navidades.
La noticia de la separación de los Príncipes de Lugo es una pena, espero que no sea la espita para que la Familia Real española imite el descalabro sentimental del modelo anglosajón, sobre todo porque detrás de esos fracasos siempre hay mucha más tela que cortar.
España necesita el ejemplo moral de la Corona, y sobre todo necesita que ese ejemplo no sea teatro. Porque la monarquía no es sólo un modelo de organización del Estado: la sucesión por consanguinidad hace además que la monarquía sea una familia especial, por eso forma parte de sus obligaciones ser una unidad modélica de donde se desprenderán todos sus privilegios.

martes, 13 de noviembre de 2007

La ley de las apariencias

Foto: EFE
13 de noviembre de 2007. Ya hay politono con el por qué no te callas del Rey. ¡Qué país! Ahora vendrán los dominios web, las camisetas, las pegatinas en el Bollycao, la barbie venezolana, una serie de televisión y un especial en las televisiones sobre el papel de Juan Carlos I en la consolidación del estado español. Al final, de lo más superficial se irán nutriendo los superficiales para construir una realidad mediáticamente vaporosa.
En la disputa entre Zapatero y Chávez, además de todo lo apuntado en el post de ayer, hay una frase que me ha llamado poderosamente la atención. La dice el presidente del Gobierno en ese monólogo para sordos indigenistas: "La forma hace al ser". Ooohhhhhhhhh! El líder socialista en el ágora de la Cumbre Iberoamericana. Un filósofo detrás de su genio y figura. Una máxima aprendida quizás de un colaborador. Zapatero, un dirigente ilustrado entre una tribu de dictadores enfermizos.
"La forma está en el ser". Repita conmigo. Si no fuera por las grabadoras, esta sentencia del presidente hubiera muerto ahogada en Chile. Sin embargo, los avances de la técnica a veces son un anzuelo y por la boca muere el pez.
No es fácil pensar y actuar en la misma dirección y sentido. No hay más que contemplar la esquizofrenia colectiva. Pero Zapatero es una excepción, piensa que "la forma hace al ser" y por eso funciona centrando su misión en el mundo de las apariencias. Una sonrisa hace a un presidente. Un consentimiento, una política internacional. Un torpeza hace a José Blanco. Es la tercera generación de la política virtual.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Taberneros en la Cumbre

Foto: EFE
12 de noviembre de 2007. Santiago de Chile. El Rey, Zapatero y Chávez, y todas las portadas de los medios. De fondo, la cara de Trinidad Jiménez es el espejo de la tensión del alma inquieta en unos momentos tirantes. Y después, un domingo de opiniones sobre la mesa de camilla:
1. Zapatero y el Rey hicieron lo justo: poner en su sitio al indigenista venezolano. Las formas: adecuadas para el momento. El mensaje, explícito: callar a los que silencian los derechos humanos.
2. ¿Si no hubiera estado el Rey, Zapatero habría sido tan clarito en su discurso? Me temo que hubiera utilizado uno de sus giros dialécticos para intentar llegar a ninguna parte.
3. El PP desaprovechó una vez más una oportunidad: era el momento de apoyar a Zapatero y al Rey y agradecer la defensa conjunta al ex presidente Aznar. Las críticas sobre la política internacional del líder socialistas tendrían que haber venido unos días después, más en frío. Estos arietes del partido de Rajoy sientan mal. Le quitan puntos.
4. ¡Qué fácil tiene el Rey volver a ganarse el cariño de los españoles! Su visita a Ceuta y Melilla y el cortapalabra al rey del populismo le han encumbrado de nuevo, al menos entre los monárquicos otoñales. No hay nada como salir del velero y pisar tierra.
5. España pinta cada vez menos en esta cumbre iberoamericana. Sus compañeros de mesa son indigenistas contrarios a la libertad de las ideas, políticos en vaqueros disertando como en las tabernas: unos auténticos desagradecidos adictos a la coca del poder dictatorial y definiciones andantes del verdadero fascismo. ¿Qué hacen el Rey, Zapatero y Moratinos sentados en esa tabla redonda? Nos interesan otras cumbres. Solidaridad, siempre. Confundir el Ministerio de Exteriores con una ONG, nunca.
6. Este suceso anecdótico ha servido para terminar de desprestigiar la política transnacional del Gobierno y la Alianza de Civilizaciones del dirigente del PSOE. Chile ha sido su Damasco: Zapatero cayó del caballo y se dio cuenta de que con amigos como esos no hay quien una nada. Casi cuatro años después, la labor de Moratinos cae en saco roto. Tres años y medio al contenedor. Un ministerio más en la lista de instituciones prescindibles.
7. Las declaraciones de Llamazares apoyando a Chávez demuestran que Llamazares existe.


Conclusión: Adiós a las cumbres iberoamericanas hasta que se cure la política sudamericana de la pandemia que invade sus casas presidenciales. Adiós a la Alianza de Civilizaciones. Adiós a las relaciones internacionales de juguetes. Hola a Europa. Hola a la figura del Rey. Hola a Llamazares, que no vive sólo en Second Life. Adiós a Moratinos. Gracias a Zapatero... por los servicios prestados. Hola a un nuevo presidente del Gobierno que sea de verdad un hombre de Estado.

jueves, 8 de noviembre de 2007

El tal Bermejo

Foto: EFE
8 de noviembre de 2007. Hemos recibido una noticia primiciosa en forma de epístola que nos escribe un chaval de nueve años desde su querida ciudad natal:
Estimados señores:
No sé muy bien a quién escribo, pero tampoco sé muy bien como desahogar todas las cosas que guardo en mi cabeza y en mi corazón desde hace tres años y medios. Y es que mis padres están insoportables, lean el periódico que lean, escuchen la emisora que escuchen, o vean el telediario que vean, al final acaban despotricando contra todos esos políticos que colonizan las pantallas sin dejarme ver a mí los dibujos animados. Oigo muchas cosas de Zapatero, de Pepe Blanco, de Montilla, de Magdalena Álvarez, incluso de Zaplana. Sin embargo, en esta última etapa sólo oigo a mis padres hablar -por decirlo de alguna manera- de un tal Bermejo, que no sé si es un ministro, un juez, un fiscal... o todo a la vez. Entendí una vez que era buen amigo de Garzón, uno de mis héroes de novelas contemporáneas.
Pues bien, tomen nota porque aquí de ese Bermejo se están diciendo cosas muy serias. No sé si es justo arremeter con palabras así de gruesas cuando el problema es que este señor padece incontinencia verbal diagnosticada. Dice mi padre que cada vez que habla sube el pan, y yo lo compruebo todos los días desde hace un par de meses cuando bajo al supermercado: efectivamente, el pan está más caro, y las cebollas, y la leche... ya no me quedan "vueltas" para comprarme estampitas de la Liga.
Mi madre se alteró mucho cuando este tipo señaló no saber quién era Aznar. ¿Pero cómo puede ser que no conozca al anterior presidente del Gobierno, si lo conozco hasta yo? Mamá cree que está muy radicalizado, por eso hace memoria selectiva, y luego subraya con sorna que no hay nada más triste que un señor desprecie a otro por pensar de manera diferente, y que le mande a callar a un político que hizo algunas cosas buenas, aunque los del PZOE no quieran reconocerlo... Me parece que esto no pasa ni en el cole, donde la seño, en las clases de Educación para la Ciudadanía, nos enseña con perseverancia que hay que respetar a los demás, dejar el asiento del autobús a los demás, ayudar a las ancianas a cruzar la carretera. Es una asignatura muy interesante, aunque creo que si los políticos son la referencia no tiene sentido que sigamos estudiándola. No sé cómo puede haber mayores que no nos den ejemplo... si fuera por mí, les sacaría del edificio de los leones y les animaría a que se buscaran la vida trabajando en serio sin aprovecharse de los impuestos que pagan los padres... No se puede vivir siempre de gorra.
Gracias por su interés. Afectuosamente
Nano

miércoles, 7 de noviembre de 2007

El Mito de Noara

Foto: EFE
7 de noviembre de 2007. Sevilla. Noviembre y los termómetros siguen de vacaciones. Allí, en un recoveco del mapa, vive Rocío Polvillo, una joven de 17 años que se ha convertido en el paradigma de la madre coraje dispuesta a quedarse en el quirófano por salvar la vida de su pequeña Noara. Y después de la generosidad heroica, vino la compensación con creces y no hizo falta que un bisturí dividiera el hígado de Rocío que era un trozo de corazón disfrazado de verdadero cariño. Llegó un hígado ajeno como pago a su correspondencia.
Entre la joven sevillana y el xenófobo del metro de Barcelona hay más de dos horas y media de atascos en la ciudad condal, quizás la misma diferencia que hay entre una foto del rey en manos de independentistas catalanes y el clamor que se oye aún desde Ceuta y Melilla tras la visita del monarca, y eso que a las ciudades autónomas no les toca ni la mitad de la mitad de la mitad de las inversiones del Estado que se lleva la comunidad tripartita.
A los catalanes independentistas compulsivos les vendría bien aplicarse el mito de Noara. Olvidarse de sí mismos y trabajar por los demás sin esperar nada a cambio, aunque eso suponga perder hegemonía por un tiempo. A la larga, ese empeño generoso revalidaría su liderazgo y le devolvería con intereses la inversión. Lo dice con sabiduría una canción de Jorge Dexler que hace de fondo en los anuncios de la ONCE: "cada uno da lo que recibe. Luego recibe lo que da. Nada se pierde, todo se transforma...".

martes, 6 de noviembre de 2007

Iconoclastia

Foto: EFE
6 de noviembre de 2007. Asesinar la caligrafía para ganar unas elecciones. Qué ruin el que ose a manera tan cruel de homicidio, y qué ruin el que declara al culpable cuando utiliza las letras para colgar del madero a las personas: unas veces con ira y fuego, otras dejándoles morirse de frío ante las páginas heladas de la indiferencia. Así es nuestro Cebrián, la cabeza visible de El País: hoy por la derecha y mañana por la izquierda, con cambios voluntaristas de imagen, con nuevas dosis de centro y con un inusitado interés por hacerse notar en estos últimos y eternos meses de campaña electoral.
Es verdad que Zapatero no respeta ni la lengua, ni los símbolos, ni la patria. Es un iconoclasta: un rebelde sin causa en busca del enredo perdido. Pero lo malo es que quema imágenes de la tradición española con las cerillas de la irracionalidad, a pachas con nuestro popular José Blanco, que en breve sustituirá a la flamenca y el toro de Osborne como icono de una nación retro con ínfulas de grandeza progresista ahogada en la horterada constante y en la zafiedad: es ese país en el que los que pisan fuerte son los que viven en el mundo de las ideas vacías.
Pero en fin, un presidente del Gobierno no debe estar para estas nimiedades... porque así tendrá más fácil no estar ni en un sitio ni en el otro. Él prefiere ahora permanecer en el anonimato sonriente de las cuñas radiofónicas vendiendo humo electoral de promesas cumplidas desde las ondas. Él está más cómodo en las vallas publicitarias utilizando la lengua de los signos para respirar de manera artificial en esta última época. Tiene miedo. Igual que Cebrián. Por mucha imagen de distrofia relacional que escenifiquen, todos sabemos que Zapatero y El País se necesitan por que son los mismos perros con los mismos collares. Deontología gramatical, divino tesoro.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Requiem

Foto: EFE
5 de noviembre de 2007. Puente de todos los santos y de los difuntos. Noviembre, mes de las tumbas engalanadas con flores de colores vivos. Parece una paradoja; pétalos sobre la piedra fría de nuestro familiares y amigos fallecidos para celebrar nuestra pena. Para muchos. días de luto, pero para muchos otros en todo el mundo jornadas de recuerdos y de esperanzas después de un punto y seguido preparados para el punto final.
¿Pensarán los políticos en la muerte? Ya me perdonarán si escojo un tema demasiado tétrico para empezar esta semana. Es el tema de la calle. Noviembre en otoño, y hojas que caen balanceándose, unas tras otra. Y un día, una de esas ramas que caen secas al asfalto del correteo asfixiante, seremos tú y yo. Hemos de reconocer que esta es la única verdad que por mucho que subjetivicen los titulares de la prensa, sus mismas páginas de esquelas no recuerdan los 365 días del año.
Un político español medio está muy cerca de la muerte: la muerte del sentido común, el fallecimiento de la necesaria implicación con el ciudadano de la calle, el óbito de las buenas formas, de la capacidad de diálogo. Para el político común, sin embargo, resucita el ego de pisar más fuerte, de estar por encima, de tener el mando de la situación, de gritar más alto... En definitiva, cuando la política y la voluntad de servicio se divorcian, como vemos cada día que pasa en nuestro querido país, entonces hay que entonar un requiem.
Pero después de la muerte viene la resurrección. También los políticos pueden cambiar las cosas, aunque de entrada nos parezca un imposible metafísico. Más allá de los intereses partidistas y del aburguesamiento que provoca el poder, está esa capacidad de trabajar por los demás sin esperar recibir votos a cambio. Lo decía Platón y lo han dicho, desde entonces, muchos bienpensantes: un buen político tiene que ser una referencia para la sociedad. Aunque los nuestros disten de esa imagen modélica que requerimos todos, siempre hay lugar para la esperanza. Seguro que de este maremagnum de políticas cutres y profesionales políticamente enfermizos despuntan líderes que se atrevan a poner los medios para rechazar la comodidad y devolver a la vida a un sistema democrático en que cada vez creen menos españoles. Está de su mano: o dejan de vivir de las urnas o acabarán en una urna ellos y los sistemas políticos manoseados de occidente.