martes, 26 de febrero de 2008

ZP pone cara de pazzz y Rajoy saca el hacha de ETA


26 de febrero de 2008
Interesantísimo debate el de ayer donde hubo una victoria clara y una derrota nítida, por mucho que las encuestas quieran nublar el paisaje. Objetivamente.


Zapatero: Cejas demasiado forzadas, como a intención. Muy pálido y con ojeras. Suspenso a su equipo de maquilladores. Tenso y autoritario mientras hablaba de crispación, la palabra más sobada por el PSOE en esta legislatura. Le mató pasarse la mitad del debate criticando al PP por utilizar las víctimas del terrorismo, y la otra mitad hablando del 11-M y de los extranjeros fallecidos en atentados terroristas. Le remató hablar de Serrat y Sabina como el no va más de la cultura a una persona que, aunque esté en contra del canon digital, fue ministro de Cultura. Y sí, Serrat, Sabina, Bardem, Almodóvar y todos los "chicos cejas" son unos untados: lo piensa Rajoy, lo piensa mucha gente del PSOE y lo piensa buena parte del país. Se equivocó al reducir sus políticas sociales a la Educación (= a becas), la igualdad y la Ley de Dependencia. Era su plato fuerte -el más alentado por sus votantes- y no le lució nada. Entre tantas acusaciones de mentiroso por parte de líder popular y sus leves "eso es falso", en el ambiente reina, al menos, la duda sobre su sinceridad con los españoles. Metió a Felipe González en su discurso como si fuera su primo de Zumosol y dijo sin convicción que España estaba ahora más unida, cuando todos vemos cada día que la cosa es muy distinta. Sus cantos a la paz universal y a la lucha por el cambio climático cada vez suenan más a salir del aumento del precio del pollo, del valor de las hipotecas, de la caída de la inflación, del nivel educativo, de las urgencias colapsadas... de la cruda realidad del asfalto a las estrellas de la inopia. Se le vió como con la necesidad de dar demasiadas explicaciones y con poca estabilidad y equilibrio, pero ha ganado muchos enteros como político. Las cosas, como son.


Rajoy: nuevo traje para el próximo debate ¡ya! Un poco inseguro al principio, demasiadas miradas al cronómetro y abuso del "mire usted". En el punto medio entre la agresividad, la ironía y el respeto. Lástima que no sepa lo que es un bonobús porque eso es como no saber cuánto cuesta un café, aunque el efecto final tuvo una relevancia más discreta. Bien lo del pollo, el huevo y las verduras. Mal la repetición de lo del pollo, el huevo y las verduras. Magistral su versión de la doble personalidad de Zapatero en relación con ETA. Muy eficaz en sus denuncias sobre el desinterés del dirigente socialista por la verdad. Hundió al presidente en las consecuencias del Pacto del Tinel hasta obligarle a decir "yo no conozco a ese señor". Bien sus medidas para mejorar la calidad de vida de los inmigrantes sin mermar la calidad de vida de España. Patético su cuento de Andersen al final del debate. Se le ve con ganas, con autoridad y con potestad para ser presidente del país.