lunes, 29 de octubre de 2007

Las asignaturas pendientes de Rajoy

Foto: EFE
29 de octubre de 2007. Mariano Rajoy y Fernando Alonso han sido agasajados con confeti este fin de semana, y eso que ninguno de los dos son líderes en sus respectivas carreras. Uno quedó segundo hace cuatro años pero cada vez está más cerca de llegar a la Moncloa, y el piloto asturiano, aunque acelera bastante, se ha encontrado este año con demasiadas zancadillas en su propio equipo como para llegar a lo más alto del podio. Rajoy y Alonso son personajes complementarios con vidas paralelas que deberían retroalimentarse para optar al título.
El sucesor de Aznar tiene unas cuántas asignaturas pendientes para revalidar su liderazgo.
Rajoy necesita despojarse de algunas rémoras que le acompañan desde hace bastante tiempo, como Zaplana, que debería pagar todas las imprudencias de su trayectoria político-económica con un cese en toda regla después de plantear la recusación de los tres miembros del Tribunal Constitucional. Que le quede claro a los hombres del PP que en la derecha no habrá Ley del Talión: ojo por ojo, despecho popular por abuso socialista
El jefe de la oposición necesita también aprender de Alonso eso del dardo en la palabra: claridad, pese a su sangre gallega, para decir las cosas sin rodeos que aguan la calidad de su mensaje, aunque eso le lleve a tener más enemigos, como los tiene el piloto de ¿McLaren? Me gustaría oírle a Mariano durante sus mítines de la campaña qué piensa hacer, si gana las elecciones generales, con Educación para la Ciudadanía, los "matrimonios" homosexuales, la Ley de Memoria Histórica, los estatutos de autonomía... Me gustaría saber en qué quedarán sus quejas por la ineficacia de la lucha contra la violencia doméstica o los programas de prevención de accidentes de tráfico. Es más, me encantaría saber cuáles serán sus planes económicos para rellenar la despensa, sus retos en materia de infraestructuras, qué medidas baraja para rebajar la cesta de la compra...
Estoy convencido que si la campaña se centra en ambas cuestiones el líder popular arrasará en el circuito español en marzo. En el fondo, estos días previos a las elecciones serán la prueba del algodón sobre si la oposición del PP ha sido una pose o una cuestión de convicciones.