Viernes, 21 de septiembre de 2007. No sé que pasará en el resto de los países occidentales, pero ser joven en España hoy es un chollo: un criadero de inmaduros que serán los que lleven la batuta del país más tarde o más temprano. En el caso de que los ideológos de la filosofía educativa del Gobierno tengan una titulación debidamente homologada y que los chicos de la Moncloa sean conscientes de la responsabilidad que entraña ser pater familias del Estado, podemos asegurar sin miedo a exagerar que Zapatero trabaja por conseguir que la juventud española sea la menos competitiva de Europa, la más acomodada, la más mediocre, la más inepta y, por supuesto, la que menos utiliza esa facultad que persiste a pesar de muchos políticos: la capacidad de pensar. Ahí van unas cuantas ideas para la segunda edición de los libros de Educación para la Ciudadanía.
El joven de hoy, por lo general, lo tiene todo tan fácil que se ha convertido en un ser humano de naturaleza pasiva. Habita en colegios e institutos públicos que cada vez se parecen más a un reformatorio, donde se inician en el mundo de las drogas y otros vicios. En sus aulas, la asignatura principal es "Teoría y técnica del sexo". Las calles, para muchos de ellos, son un campo de batalla para dasafiar la Ley del Menor: inmunidad para los gamberros, los carteristas, los navajeros, los principiantes de camello, los extorsionadores, los violentos, los borrachos, los ladrones...
Para fomentar su pasotismo y para elevar los índices de el fracaso escolar, bachilleratos gratuitos: la mejor manera de enseñar a las nuevas generaciones a ser responsables. Y después, para que no se quejen, subvenciones para los alquileres para que se vayan de casa cuanto antes y tengan así la libertad de dar rienda suelta a todos sus desequilibrios formativos.
Contra la filosofía del mérito y del esfuerzo que buscan todos los padres buenos, el Gobierno de Zapatero ha preferido bajar el listón poniendo bombas lapas a la esencia de la Pedagogía. No sé muy bien por qué, pero este Gobierno los prefiere tontos, muy tontos.
El joven de hoy, por lo general, lo tiene todo tan fácil que se ha convertido en un ser humano de naturaleza pasiva. Habita en colegios e institutos públicos que cada vez se parecen más a un reformatorio, donde se inician en el mundo de las drogas y otros vicios. En sus aulas, la asignatura principal es "Teoría y técnica del sexo". Las calles, para muchos de ellos, son un campo de batalla para dasafiar la Ley del Menor: inmunidad para los gamberros, los carteristas, los navajeros, los principiantes de camello, los extorsionadores, los violentos, los borrachos, los ladrones...
Para fomentar su pasotismo y para elevar los índices de el fracaso escolar, bachilleratos gratuitos: la mejor manera de enseñar a las nuevas generaciones a ser responsables. Y después, para que no se quejen, subvenciones para los alquileres para que se vayan de casa cuanto antes y tengan así la libertad de dar rienda suelta a todos sus desequilibrios formativos.
Contra la filosofía del mérito y del esfuerzo que buscan todos los padres buenos, el Gobierno de Zapatero ha preferido bajar el listón poniendo bombas lapas a la esencia de la Pedagogía. No sé muy bien por qué, pero este Gobierno los prefiere tontos, muy tontos.
1 comentario:
Sí, es curiosa la falta de prudencia de este Gobierno. Se cree que hacer todo lo más cómodo posible es la mejor manera de criar una sociedad madura. Así les va. Seguramente ellos hayan sido educados así y ya se ve que cómo acaban las cosas.
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