20 de diciembre de 2007. Lo dice González con acierto: "A estas elecciones concurren lo peor del PSOE y lo peor del PP". Entendiendo que esta afirmación es una medalla en el pecho del propio Felipe de toda la vida, comparto la misma preocupación del ex presidente. Lo que no comprendo bien es entonces por qué entra ahora en la campaña defendiendo a Rodríguez Zapatero, cuando lo mejor que podía hacer es salvar al PSOE de este naufragio, y para ello será necesario que la ejecutiva socialista vuelva al lugar del que nunca debió salir: segundos puestos, en segundas filas, de instituciones segundonas. De todas formas, pensándolo bien, tampoco es que los socialistas de la época de Felipe, Guerra y Matilde Fernández fueran para tirar cohetes.
Lo peor del PSOE es que tiene un líder que encarna a la perfección el prototipo del antihéroe: un señor que busca amigos entre la basura hasta encontrar a gente como Gadafi. De perfil torpe, incapaz de salir adelante por sí mismo, siempre dependiendo de la ayuda externa de su Sonsoles, del peso de gente de su entorno como Fernández de la Vega o Rubalcaba, y de ex presidentes del Gobierno que tienen que volver a Moncloa para hacerse una foto juntos en el umbral para que todo el mundo sepa que Zapatero no está sólo. Soledad, maldito tesoro del que dispara siempre por la culata.
Lo peor del PP, los intereses cruzados. Pese al desgaste de los medios, sí creo que Rajoy tenga el liderazgo necesario para llevar adelante su partido y para presidir España. El problema del PP es que es una macedonia de ideas en la que es muy difícil encontrar un sabor común, y de ahí sus incoherencias, sus complejos y sus peleas internas.
Y ya que estamos en época de balances... lo peor del año: Magdalena Álvarez y los responsables de la Generalitat que le dejaron sola ante el peligro de una nueva inauguración. Un tramo de ocho kilómetros de carreteras catalanas, los primeros inaugurados por la primera ministra reprobada de un gobierno español.
Lo peor del PSOE es que tiene un líder que encarna a la perfección el prototipo del antihéroe: un señor que busca amigos entre la basura hasta encontrar a gente como Gadafi. De perfil torpe, incapaz de salir adelante por sí mismo, siempre dependiendo de la ayuda externa de su Sonsoles, del peso de gente de su entorno como Fernández de la Vega o Rubalcaba, y de ex presidentes del Gobierno que tienen que volver a Moncloa para hacerse una foto juntos en el umbral para que todo el mundo sepa que Zapatero no está sólo. Soledad, maldito tesoro del que dispara siempre por la culata.
Lo peor del PP, los intereses cruzados. Pese al desgaste de los medios, sí creo que Rajoy tenga el liderazgo necesario para llevar adelante su partido y para presidir España. El problema del PP es que es una macedonia de ideas en la que es muy difícil encontrar un sabor común, y de ahí sus incoherencias, sus complejos y sus peleas internas.
Y ya que estamos en época de balances... lo peor del año: Magdalena Álvarez y los responsables de la Generalitat que le dejaron sola ante el peligro de una nueva inauguración. Un tramo de ocho kilómetros de carreteras catalanas, los primeros inaugurados por la primera ministra reprobada de un gobierno español.
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