25 de junio de 2007. El portavoz de los socialistas, Diego López Garrido, quiere que los españolitos de a pie demos más credibilidad al Gobierno que al Gara. Pues bien, aunque nos falte confianza, aunque entendamos que las palabras de un portavoz están tan medidas que son artificiales, aunque sepamos que ha habido ya suficientes mentiras como para retirarle nuestro apoyo, que le quede claro que siempre creeremos más a su equipo que las informaciones del diario poretarra, pero que sepan que no nos lo ponen nada fácil. ¿Tan complicado es que Zapatero se siente y cuente de la A a la Z todos los pasos de este complejo proceso de paz que -se supone. ha saltado por los aires?
De todas formas, si el Gobierno quiere muestras de credibilidad, tiene que poner bastante más de su parte. No podemos creernos a un ministro del Interior desaparecido, que sólo asoma la pata cuando se captura a un miembro de ETA. No podemos creernos a una ministra de Cultura con club de fans o a un ministro de Justicia claramente politizado. No podemos creernos a un Gobierno que empezó sus conversaciones con ETA en 2002, saltándose a la torera el pacto antiterrorista; a un Gobierno que vigila a los empresarios y que se ha convertido en un intermediador de lujo para las OPAs rentables. No podemos creernos a un Gobierno que prescinde de la oposición sistemáticamente: que esconde, que impone...
Da miedo confiar tanto. Lo que López Garrido pretende es que tengamos fe ciega en Zapatero...y eso lo tiene más difícil. Ya no confía ni El País. Lo decía con gracia un amigo chino: Confianza buena, control mejor.
De todas formas, si el Gobierno quiere muestras de credibilidad, tiene que poner bastante más de su parte. No podemos creernos a un ministro del Interior desaparecido, que sólo asoma la pata cuando se captura a un miembro de ETA. No podemos creernos a una ministra de Cultura con club de fans o a un ministro de Justicia claramente politizado. No podemos creernos a un Gobierno que empezó sus conversaciones con ETA en 2002, saltándose a la torera el pacto antiterrorista; a un Gobierno que vigila a los empresarios y que se ha convertido en un intermediador de lujo para las OPAs rentables. No podemos creernos a un Gobierno que prescinde de la oposición sistemáticamente: que esconde, que impone...
Da miedo confiar tanto. Lo que López Garrido pretende es que tengamos fe ciega en Zapatero...y eso lo tiene más difícil. Ya no confía ni El País. Lo decía con gracia un amigo chino: Confianza buena, control mejor.
1 comentario:
Tan sólo una pregunta: ¿qué es confianza? Por un lado, yo puedo confiar en que mis amigos me ayudarán cuando lo necesite; puedo confiar en que si estudio con intensidad, sacaré buena nota; puedo confiar en mis padres, que me han dicho que son mis padres y no necesito ninguna prueba genética para asegurarme.
Sin embargo, no puedo confiar en alguien que continuamente no es que me mienta, sino que no me dice toda la verdad; no puedo confiar en una serie de personas que miran para otro lado cuando se les pregunta; no puedo confiar en alguien que trata de convencerme de cosas imposibles.
En fin. Ante personas que (sin prejuicio alguno) no dan mucha confianza, nadie puede fiarse de ellos.
Por último, totalmente de acuerdo con el autor, en el cual confío que llegará lejos.
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